Radio América. La Sala IV del Tribunal de Sentencia de Tegucigalpa, este miércoles decidió imponer una pena de tres años de reclusión para Sergio Ulloa, Cesario Félix Padilla y Moisés Cáceres, por el delito de de tentación ilegal de bienes públicos en perjuicio de la de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Ante esa resolución judicial, Cesario Padilla, refirió que tres años después de ser condenados, en todo ese tiempo, su equipo legal anduvo notificándose ante el Tribunal de Sentencia para presentar el recurso de casación, pero “misteriosamente” esa sentencia fue notificada por escrito y con fecha del 16 de octubre del 2019.
“Eso nos llama la atención de que estaban buscando algún momento y una acción en específico para buscar un proceso e interpelarlo, porque la justicia en este país se la reparten como un papel o una mesa de póker, en donde las autoridades universitarias en ese entonces encabezada por Julieta Castellanos, Ayax Irías, Belinda Flores de Mendoza y Martha Lorena Alvarado, se reúnen con quienes administran malamente la justicia hondureña y se reparten las inocencias y las culpabilidades”, soslayó el entrevistado.
Cesario cuestionó que por la sentencia de la Sala IV del Tribunal de Sentencia y el “antojo de la hoy ex-rectora universitaria Julieta Castellanos, ahora me dicen que voy tres años presos y estoy inhabilitado de ejercer mi profesión en caso de que se ratifique la sentencia condenatoria”.
“Hay un daño y dolo, pero, sobre todo, por denunciar todo el proceso de criminalización que aún se mantiene contra estudiantes universitarios”, lamentó.
El periodista ante la sentencia emitida, informó que con su equipo de abogados presentarán el recurso de casación. “No nos vamos a quedar de brazos cruzados ante una justicia que se hace de oídos sordos a las demandas de sectores que nos oponemos a una serie de cosas en el país”, subrayó.
También dijo que acudirán a las instancias internacionales correspondientes al subrayar que “el caso no se puede quedar en una condena irrisoria y servil a los intereses de las personas anteriormente señaladas”.
Arguyó que la referida condena no abona en nada a la normalidad de las actividades universitarias, afirmando que lo lamentable de la sentencia, “es una herencia o legado que dejó en la máxima casa de estudios del país, el nefasto personaje de Julieta Castellanos”.
El entrevistado aseguró que la figura de tentación contra bienes públicos, “se la sacaron de la manga los abogados de la Universidad, al decir que existió todo un proceso de criminalización por la vía administrativa contra los estudiantes, y como no pudieron, entonces, buscaron delitos penales para incoarlos en el mencionado caso”.
“Yo crecí en las aulas universitarias y contribuí con mí formación académica y con otras cosas en la escuela de periodismo, pero buscaron una figura dentro de la parte penal para tener como resultado la condena ratificada por el Tribunal de Sentencia”, finalizó.
Información: Javier Rivera