En la reapertura económica y social, en el contexto del COVID-19 y Dengue, y en la previsión y políticas de post-crisis, se debe cumplir con la responsabilidad constitucional, del Estado y de la sociedad, de hacerlo en función del fin supremo de proteger y respetar la dignidad humana de todas y todos los habitantes, dijo el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres.
Afirmó que: “La toma de decisiones debe siempre estar centrada en el respeto y protección de los derechos a la vida, la salud, al agua, a la alimentación adecuada, a la información y al desarrollo, como derechos humanos determinantes del goce de los demás con los cuales están interrelacionados, y en la previsión de los riesgos de las decisiones sobre los mismos, en todos los ámbitos que afectan el bienestar de las personas”.
El Defensor del Pueblo precisó que: “Por tanto, hay corresponsabilidad y deberá responderse por diferentes actores, ante sus consecuencias, según el cuidado y debida diligencia en que la decisión y su ejecución se adecúen a la evolución de la crisis sanitaria y humanitaria por el COVID-19 y el Dengue grave, y el cumplimiento y promoción de los Derechos Humanos”.
El Ombudsman agregó que, por ello, se debe asegurar los medios para favorecer una mejor respuesta ante los inciertos resultados, monitoreando la evolución de la situación e informando a la población; asegurando la vigilancia epidemiológica; supervisando el cumplimiento, por el Gobierno y las empresas, de su deber de garantizar la seguridad alimentaria, la alimentación adecuada en especial a la población en situación de pobreza y su acceso al agua; la efectividad de las medidas sanitarias, incluyendo el abastecimiento de insumos de bioseguridad, la realización de las pruebas rápidas y moleculares necesarias, la provisión de medicamentos de calidad que posibiliten la aplicación oportuna, a los pacientes, de tratamientos seguros y validados contra COVID-19; y, de parte de las comunidades, familias y personas individuales, fortaleciendo la acción solidaria y convivencia armónica, y cumpliendo el deber de seguir las instrucciones sanitarias gubernamentales y colaborar plenamente, para su eficacia.
En ese afán, expresó que lanzó la “Estrategia de Implementación del “Plan de Coordinación para la Protección y Respeto de la Dignidad y Derechos Humanos de las Personas en situación de pobreza, en el contexto de la crisis por COVID-19 y Dengue”, basada en la dignidad humana. Estrategia que reunirá a cooperantes aliados para que puedan distribuir más ordenada y equitativamente, la ayuda humanitaria a las personas pobres y complementar lo que ya hubiere sido realizado por la institucionalidad gubernamental.
Herrera Cáceres, destacó finalmente que “la estrategia de coordinación del CONADEH, se orienta a propiciar una nueva normalidad humanista e innovadora, que nos conduzca al desarrollo sostenible y la justicia social, en Honduras”.
Información: Douglas Varela
Fuente: Conadeh
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