Radio América. Los errores en las entregas de cadáveres parecen ser una constante en Honduras, con un nuevo caso suscitado en la morgue del hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula.
Dos familias se vieron envueltas en una disyuntiva la noche del sábado y mañana de este domingo en la zona norte del país tras el garrafal error del personal hospitalario quien dio un par de cuerpos equivocados a parientes.
Los dolientes de Feliciano Herrera Luna, de 88 años de edad, se percataron de la crasa confusión anoche durante el velatorio en Cofradía, Cortés.
Uno de los parientes del octogenario quien falleció a consecuencia de la diabetes pidió a otro abrir el ataúd para que pudieran verle por última vez.
Uno de los sobrinos de la víctima relató a medios que al observar detenidamente el cuerpo se percataron que el difunto tenía las dos orejas y a su tío le faltaba una.
Indignados en medio del dolor estos trasladaron el cuerpo nuevamente al hospital público sampedrano para que les devolviesen a su pariente.
Sin embargo lo peor había pasado, las autoridades encargadas había dado el féretro de don Herrera Luna a otra familia que equivocadamente le dio cristiana sepultura en el cementerio La Puerta.
Lo más insólito es que los familiares del occiso con los dos miembros completos (de Avelino Hernández Padilla) pedían a la otra familia que ellos le dieran terraje a su pariente, recibiendo la negativa de estos.
Finalmente después de horas de alegato lograron un acuerdo y decidieron dejar a don Feliciano en la sepultura del cementerio La Puerta y pagar los gastos a los otros familiares quienes llevaron a cabo un segundo entierro, sólo que el correcto.
El pasado 19 de junio se suscitó un hecho similar en la morgue del Hospital Escuela de Tegucigalpa, en donde el personal entregó un ataúd vacío a una familia la cual se dio cuenta de lo acontecido cuando se aprestaba a realizar el entierro en la aldea Jalaca de Talanga, Francisco Morazán.
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