El aumento de tráfico y contrabando de productos en el país, que incumplen las regulaciones sanitarias y de etiquetado, y que podrían poner en riesgo la salud de los consumidores continua en Honduras.
Hablamos de productos con precios menores a los acostumbrados y que llaman la atención del consumidor, que atraído por esto no se percata de los riesgos que estos implican.
Uno de los productos de contrabando que más circulan en Honduras son los cigarrillos, y en este rubro destacan marcas como Modern, Marvel, Trident, Montreal, entre otras.
Los cigarrillos de contrabando no cumplen con las disposiciones de la Ley Especial para el Control de Tabaco y no cumplen con las advertencias de salud autorizadas por el Instituto Hondureño para la prevención al Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (IHADFA). Estos productos tampoco detallan ingredientes, vencimiento ni registro sanitario.
El contrabando es un delito y al comprar productos de esta naturaleza contribuimos a financiar estructuras criminales. En este momento de crisis por el COVID-19, el contrabando se ha convertido en una importante herramienta del crimen organizado para mantener sus operaciones.
Es importante identificar los productos y marcas de contrabando, y ante esto la Abogada Lorena Hernández, Jefa del Departamento de Operaciones Aduaneras de la Administra Aduanera de Honduras explica: “El contrabando es una acción que pretende evitar el control aduanero, relacionándose con un acto de corrupción que contamina de manera global todos los estamentos involucrados y a muchos de sus actores”.
Hernández detalla que se ha identificado ya cuales son las marcas permitidas de algunos productos y cuales entran al país ilegalmente, un ejemplo son las marcas de cigarrillos: “Las marcas que están legalmente autorizadas en el país para la producción, importación, distribución y comercialización de cigarrillos son Belmont, Dunhill, Pall Mall, Imperial, Royal, Viceroy, Malboro, L&M, Hobby, Esparta, Open y Bronco.”
“Estas son legalmente autorizadas por la Administración Aduanera de Honduras y por ende el IHADFA ha autorizado su venta en el país del producto, el cual debe tener impresa o pictogramas vigentes en el país y que han sido aprobados previamente por el IHADFA, el cual es el único que puede modificar y autorizar su impresión en las cajetillas, envases y paquetes de cigarrillos, así como la venta de estos”, expreso la abogada Hernández.
La utilización de productos de contrabando ha generado la alerta que podría implicar problemas a la salud humana y a la económica de un país, en este caso la abogada Hernández explica: “A los consumidores puede afectarlos de diferentes maneras como poniendo en riesgo la salud de toda una sociedad en el sentido de que quien practica el contrabando quebranta las disposiciones aduaneras y una de ellas podría ser la de evitar los controles sanitarios lo que podría repercutir en un grave perjuicio para la salud de todo el país”.
El contrabando es un delito, y como sociedad debemos estar consientes de las implicaciones que este puede provocar en las personas y en la economía, las penas por contrabando pueden ir desde 3 hasta 10 años, dependiendo de los montos que se presenten y el perjuicio que puede ocasionar al Estado.