Radio América. La pandemia por coronavirus a casi dos meses de su aparición en Honduras ha dejado ver escenarios nunca antes vistos.
Varios han sido los casos difundidos en redes sociales en los que se observan videos de personas que graban repudiando el traslado de féretros hacia los camposantos o de pueblos apostados bloqueando el paso en los cementerios por temor a la contaminación.
La crisis sanitaria en el país debido al COVID-19 no solo ha mostrado esto, sino también actos de corrupción en la compra de insumos para la emergencia y un sistema de Salud precario, entre otras cosas.
El hecho más reciente es el de una mujer originaria de Macuelizo, Santa Bárbara, quien falleció la tarde del miércoles en el occidente del país bajo sospechas de coronavirus.
Los familiares de la fémina ante lo ocurrido han denunciado a las autoridades por el abandono del féretro en un cementerio localizado en Santa Rosa de Copán.
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De acuerdo a la información la infortunada fue trasladada por parientes desde un centro asistencial privado hacia el Hospital de Occidente, sin embargo, en el camino el vehículo en el que la transportaba sufrió un percance mecánico, por lo que al llegar al nosocomio ya no presentaba signos vitales.
En ese sentido las autoridades hospitalarias a cargo determinaron darle “cristiana sepultura” bajo los protocolos del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) a la espera de la confirmación laboratorial.
El comisionado regional de la estatal, Copeco, Wendel Torres, señaló en declaraciones al telenoticiero TSI que el Comité de Emergencia Municipal (CODEM) recibió el cuerpo sin darle el tratamiento ya establecido.
“Ellos se comprometieron que iban a poner a disposición la logística y no lo hicieron como debía de ser», dijo.
Luego de una serie de quejas y en medio de un ambiente de indignación la fémina fue sepultada en horas de la medianoche casi 10 horas después del abandono en plena oscuridad.
El cuerpo de la fallecida fue puesto en un nicho, cosa que no está establecido en el protocolo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó el funcionario emitiendo sus disculpas a la familia doliente.
La señora falleció en el hospital de Occidente con sospechas de COVID-19 y tras su deceso fue llevada a una fosa común, en una zona montañosa, preparada para pacientes fallecidos por la enfermedad.
En ese sentido familiares aseguran que la ahora occisa padecía únicamente de problemas de diabetes. Fue así que en horas de la madrugada sacaron el féretro de la fosa y la sepultaron en el cementerio general.
“Solo la fueron a dejar y hasta las 12:00 de la noche la sepultamos”, manifestó entre lágrimas una hija de la occisa.
El apoderado legal de Copeco en el occidente, Chris Cruz, indicó por su parte, que pondrán en conocimiento al comisionado de derechos humanos y de igual forma al Ministerio Público para deducir responsabilidades e identificar cuáles han sido las acciones que no se han concluido de parte de las autoridades de Santa Rosa de Copán.