La “nueva normalidad” implica que los humanos a nivel mundial tomemos una serie de medidas, costumbres y acciones ante la pandemia del Covid-19. El uso de mascarillas, guantes, gel y desinfectantes se ha convertido en algo esencial y cotidiano, y al ser productos de alto consumo los mismos se han vuelto un atractivo para grupos delictivos dedicados al contrabando.
La demanda de estos productos ha generado, por ejemplo en Honduras, la búsqueda de las mejores opciones no solo en calidad, si no también en precio. Es aquí cuando debemos tomar la precaución necesaria, pues por pensar que estamos ahorrando, podemos adquirir productos que no cumplen estándares de calidad e higiene y también podemos estar apoyando al crimen organizado a financiar sus operaciones al adquirir producto de contrabando.
Los contrabandistas aprovechan las rutas usadas por el comercio internacional para trasladar sus productos. Se ha identificado que utilizan el siguiente esquema: la mercancía de contrabando es producida en países como China, Paraguay, India, entre otros; y luego se valen de las Zonas de Libres Comercio como Colón en Panamá o Corozal en Belice, que sirven de centros logísticos para luego distribuir los productos en los diferentes países de America, introduciéndolos de manera ilegal a través de las fronteras terrestres o puertos del país, en muchas ocasiones en la modalidad de “en tránsito” o utilizando declaraciones aduaneras falsas.
Productos atractivos para el contrabando y medidas a aplicar
Hay productos que se han vuelto un atractivo importante para estas estructuras criminales, tal es el caso de los cigarrillos, en el año 2019 el contrabando de los mismos en Honduras aumentó en un 30%. A través de diferentes puntos se ha podido detectar la entrada de marcas no registradas y que no cumplen con las regulaciones establecidas por los entes reguladores, este comercio ilícito no solo puede generar graves problemas para la salud, también para la economía y la seguridad en Honduras y todo el mundo.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el comercio ilícito de tabaco da como resultado una pérdida considerable de ingresos por impuestos y aranceles para los gobiernos, y ayuda a financiar el crimen organizado y los grupos terroristas. La OCDE recomienda a los países, que se debe de incrementar los controles y vigilancia acorde al tamaño de las Zonas de Libre Comercio y sugieren que hay tres áreas clave en las que las políticas no rigurosas, como las de nuestros países, facilitan el tráfico de productos falsificados: una supervisión deficiente de las zonas de libre comercio, una insuficiente inspección de los paquetes pequeños y sanciones inconsistentes a los remitentes.
El comercio ilícito afecta también a la sociedad y la economía de un país, a través del contrabando, la falsificación y la evasión fiscal, los gobiernos están perdiendo miles de millones en ingresos fiscales perdidos, las empresas legítimas están siendo socavadas y los consumidores están expuestos a productos mal elaborados y no regulados.
Cifras de escándalo de una actividad delictiva en crecimiento
Las cifras del contrabando y comercio ilícito son escandalosas, este es un negocio redondo que según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, genera USD 870 mil millones al año. Para el Foro Económico Mundial, colectivamente, el valor del comercio ilícito y las actividades delictivas transnacionales se estima entre 8% y 15% del PIB mundial.
Lo anterior denota el peligro que el comercio ilícito implica para la economía de un país y las perdidas que genera son abrumadoras, pues desplaza miles de millones de dólares en actividades económicas legítimas y facilita una “economía clandestina” que priva a los gobiernos de ingresos por servicios públicos vitales, impone mayores cargas a los contribuyentes y disloca cientos de miles de empleos legítimos.
Honduras frente al contrabando
En Honduras estamos al tanto de la situación, y sabemos la gravedad que genera esta forma de delito y así lo expresan las autoridades: “Contrabando es la actividad ilícita que se ejerce en el país para evadir impuestos, mediante la importación y exportación de mercancías ya sea por las diferentes aduanas del territorio nacional o por puntos clandestinos donde no se debe transportar mercancías sujetas a impuestos aduaneros”, afirma Lorena Hernández, Jefa del Departamento de Operaciones Aduaneras, de la Administra Aduanera de Honduras.
Lamentablemente la Comisión Interinstitucional Anti Contrabando que fue aprobada en 2010 ha dejado de ser usada como mecanismo de cooperación pública/privada para atacar el tema del contrabando y es necesario reactivarla, Fernando García, Director Ejecutivo de Asociación Nacional de Industriales de Honduras (ANDI) explica:
“El establecer una Comisión Interinstitucional de Combate al Contrabando y Comercio Ilícito es fundamental para el país, ya que permitirá acciones coordinadas entre los diferentes actores tanto públicos como privados para combatir este flagelo. El comercio ilícito genera una gran cantidad de problemas al país, que van desde la puesta en riesgo de la salud de la ciudadanía por el consumo de productos de procedencia desconocida”.
La cifras, los arrestos y las incautaciones recientes, demuestran el aumento del comercio ilícito, por lo que es necesario tomar cartas en el asunto ante un problema que es un delito y que día a día crece.