Radio América. “La controversial reapertura escolar semipresencial”, fue el tema debatido hoy en Contra Punto, desde la percepción del exministro de Educación, Marlon Escoto; el especialista en Educación, Johnny Varela; Daniel Esponda, dirigente magisterial; y Mario Mejía, epidemiólogo.
“Hemos hecho una exposición a las autoridades sobre el riesgo que conlleva la reapertura de clases, tanto con el tema de Covid-19 como en el aspecto socioeconómico y también en otras áreas”, señaló Johnny Varela, especialista en Educación.
Asimismo, Varela agregó que “el retorno a clases presenciales es viable siempre y cuando el tema de vacunación y de infraestructura estén solventados. Además, que se den todas las condiciones necesarias en todos los aspectos para que así con todas las medidas se pueda reabrir cada centro educativo”.
Mientras que el exministro de Educación, Marlon Escoto, sugirió que “ el pilotaje debería iniciar en febrero del 2022 en el sector público con un 20% de los alumnos, ya para este año vemos muy difícil los pilotajes porque solo quedarían septiembre y octubre, ya que en noviembre son las elecciones y todo mundo se ausenta”.
A su vez, Escoto dijo que, “no es ve viable un pilotaje de tres meses, por eso deben analizar bien la situación y con todas las medidas pensar en comenzar el próximo año”.
Por su parte, el epidemiólogo Mario Mejía refirió que “el nivel de riesgo está en todas las áreas y ámbitos de la sociedad, porque el virus ya está y no tardará en llegar a municipios del área rural”.
Además, Mejía agregó que “Se debe saber si hay capacidad por parte de las personas encargadas en el área de salud para que cuando tengamos un plan de control, por eso les digo no veamos las escuelas como que un lugar donde se expandirá el virus y partiendo de eso creamos verdaderos planes de contención de la Covid-19 para poder ya realizar esos pilotajes y no mandar a riesgos a nuestros hijos”.
En su participación, Daniel Esponda manifestó que “ siempre estamos dispuesto a dar clases, pero a lo que no estamos dispuestos es que conviertan los centros educativos en un rastro humano, porque no es posible que quieran llevar a los niños a escuelas que históricamente no han tenido ni tubería de agua potable, donde no han podido ni siquiera garantizar en tiempos normales libros de texto o materiales tan básicos como jabón y detergente para lavar los sanitarios”.
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