Radio América. Ante los casos, muertes, desempleo y daños a la economía en el país por el Coronavirus, el ex-secretario de Finanzas, Arturo Alvarado, manifestó que Honduras está viviendo una pandemia económica y sanitaria, y esta última de más prioridad para tratar de salvar vida de hondureños.
En ese contexto, el entrevistado señaló las limitaciones y deficiencias que desde hace muchos años Honduras viene arrastrando en el sistema de salud, y dijo que al estar la economía paralizada desde marzo, pues muchas empresas están al borde de su capacidad de resistencia ya que los gastos de operación continúan y los cobros, por tanto, los comercios llegan a una crisis de iliquidez y provocando despidos de empleados.
Sobre los programas de alivio del Gobierno hacia la economía, el experto en el tema, dijo que debe entenderse al sistema financiero-bancario y que en todo el mundo los gobiernos se preocupan en que los bancos tengan solidez para que inspire confianza como parte importante para el desarrollo de un país.
Respecto al sistema financiero el cual desarrolla la intermediación financiera, el analista explicó que ese proceso consiste en recibir depósito de dinero del público para luego transformarlos en capital de trabajo con el otorgamiento de financiamientos a empresas y a personas para de esa forma generar ahorro e inversión.
Alvarado subrayó que los recursos depositarios del sistema financiero representan el 51.4% del Producto Interno Bruto y similar porcentaje la cartera crediticia y por ende el mecanismo de intermediación juega un papel importante para el desarrollo en este caso de Honduras.
Ante los cuestionamientos de varios sectores respecto al alivio de deudas, el entrevistado indicó que los bancos del 100 de los depósitos que reciben, no todo es para otorgar financiamientos, sino que tienen que reservar una parte de esos recursos como reserva de liquidez y después de cumplir con el encaje legal, entonces, las instituciones financieras realizan los préstamos a los diferentes sectores.
“La situación es bien compleja porque no tenemos ninguna idea de cuándo se va terminar la crisis sanitaria y por eso hay incertidumbre, por ejemplo, cuando una persona ha sido despedida de su trabajo y se presenta a un banco, esta no puede decirle que le condone las cuotas o que se las pagará cuando recupere sus empleos o tenga ingresos; y la misma situación ocurre con las empresas que tienen paralizadas sus operaciones.
Alvarado también dijo que los bancos van a sufrir pérdidas debido a que muchos de los clientes no van a sobrevivir a los efectos de la pandemia y otros comercios que no podrían reabrir.
“Pero lo importante es que ese proceso sea de forma prudencial para que los bancos continúen teniendo la confianza de la gente y, además, que sean instituciones sólidas”, subrayó el exasesor del Consejo Hondureño de la Empresa PRIVADA (COHEP).