Radio América. Este viernes ha fallecido Sor María Rosa después de permanecer hospitalizada delicada de salud, así lo confirmó su hija adoptiva Lourdes Estrada.
Honduras llora la partida al reino de los cielos de la religiosa, que se entregó por completo a los niños del país por más de 50 años al frente de la Sociedad Amigos de los Niños.
Cabe destacar que Sor María Rosa se contagio del COVID -19, pero con su fuerza, amor y lucha venció el fatal virus en su momento. Sin embargo este viernes 16 de octubre el Señor le hizo el llamado celestial.
Vida de Sor María Rosa
Sor María Rosa Leggol nació en Puerto Cortés, Honduras el 21 de noviembre de 1926! Desde muy pequeña recibe su vocación de ayudar al necesitado y decide hacerlo con su fe puesta en Dios, recibiendo sus votos religiosos como hermana franciscana el 13 de junio de 1949 como Miembro de la Congregación de las Hermanas Escolares Franciscanas de la Provincia Latinoamericana (SSSF), con sede en Milwaukee, Estados Unidos de América.
Sor María Rosa quedó huérfana desde temprana edad, y es esta experiencia la motivó a soñar con formar hogares con mejores condiciones de vida para los niños y niñas en circunstancias difíciles, abandono, orfandad, abuso, vulnerabilidad, entre todos, ofreciéndoles sobre todo un lugar en donde recibieran mucho amor.
Fue así que después de trabajar como enfermera en el hospital La Policlínica de Comayagüela, y con el apoyo de personas altruistas en el país, funda en 1966 la Sociedad Amigos de los Niños, institución sin fines de lucro que a través de cinco décadas ha albergado a miles de niños, ahora jóvenes y adultos que aportan positivamente al país.
Sor María Rosa, a quien muchos llaman la Madre Teresa de Centro América, es un ícono en Honduras y es conocida por su loable labor, tanto nacional como internacionalmente, habiendo impulsado un gran número de proyectos asistenciales de gran impacto, que hoy por hoy continúan sirviendo a la niñez, la juventud, la familia y comunidades, con el fin de mejorar su calidad de vida y que sean la base de una sociedad más justa y capaz de confrontar cualquier dificultad, luchar por sus derechos y principalmente ser un ejemplo de fe, con fuertes valores y principios. Su obra fue, es y será imperecedera.