Geoffrey Berman, el poderoso fiscal a cargo de la oficina de Manhattan y quien investigaba a aliados del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, accedió a dejar su puesto este sábado tras ser despedido por el mandatario a pedido del fiscal general William Barr.
Berman, quien se había resistido a salir de su puesto tras ser echado sorpresivamente en la noche del viernes por Barr, dijo que lo cederá luego de que el fiscal general permitió que sea la segunda al mando de esa fiscalía quien asuma el liderazgo de forma interina en lo que el Senado confirma al nominado de Trump.
«A la luz de la decisión del fiscal general de respetar la operación normal de la ley y que sea la segunda (a cargo de la fiscalía del distrito sur de Nueva York), Audrey Strauss, quien se convierta en fiscal interina dejaré la oficina para el distrito sur de Nueva York de forma inmediata», dijo Berman en un comunidado.
Berman había arremetido el viernes en contra del anuncio de Barr, asegurando que no renunciaría y que sus pesquisas seguirían adelante «sin interrupciones» tras enterarse por un comunicado que había sido echado. Ello abrió un inusual choque entre esa fiscalía, considerada la más relevante del país, y un Departamento de Justicia que ha generado recientemente dudas sobre su independencia. Univisión
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