Radio América. En los centros penales de Honduras en los últimos meses se han reportado hallazgos inusuales de personas que intentan introducir drogas o armas camufladas entre sus cuerpos, en alimentos u objetos.
Sin embargo este miércoles se ha dado un caso que trasciende lo lógico y que pasa a la categoría de lo insólito.
Un reo se introdujo una granada de fragmentación en su recto (ano) y le fue detectada mediante una inspección en el sistema “Garrett” o detectores de metales en la cárcel de máxima seguridad conocida como “El Pozo I” en Ilama, Santa Bárbara, occidente de Honduras.
El sorprendente hallazgo se ha dado en una requisa realizada esta mañana en el módulo 8 de la pandilla “Barrio 18”.
Al momento de ingresarlos a sus celdas a los privados de libertad se le encontró como sospechoso a Edgar Misael Martínez, éste fue llevado al sistema “body scan” o escáner corporal y al realizarse las imágenes se le observó un objeto extraño en su zona rectal.
Instantes más tarde se le hizo una exploración manual al reo encontrando el peligroso artefacto en su ano.
Esta granada, según agentes policiales, estaba en la capacidad de destruir varios metros del perímetro carcelario.
En ese sentido las autoridades penitenciarias indagan para conocer la forma en la que habría sido introducida esa granada y la manera en la que habría llegado a manos de este interno de alta peligrosidad.
Mujer detenida al intentar ingresar marihuana camuflada en tortillas (nota relacionada)