(AFP) – La Iglesia Católica hondureña rezó este Viernes Santo, durante el Vía Crucis, para que abran las puertas a miles de migrantes que marchan en caravanas hacia Estados Unidos huyendo de los bajos salarios y buscando mejores oportunidades de vida.
«Encomendamos a nuestros hermanos migrantes y oramos por ellos para que se les respeten sus derechos y las fronteras se abran», oró el vicario Cargo Magno Núñez durante el recorrido en las calles del centro de Tegucigalpa.
«Vemos a Jesús en el dolor de los migrantes, en la angustia de los refugiados» y «en los que sienten que no solo han perdido todo sino que también sienten cómo se cierran las fronteras», añadió.
Miles de migrantes han partido de Honduras por grupos a través de la frontera y en una nueva modalidad, en caravanas que emprendieron desde octubre, declarándose cansados por la falta de empleo y el acoso de la violencia delictiva.
Las caravanas provocaron la indignación del presidente estadounidense, Donald Trump, que extremó la seguridad en la frontera sur con México con miles de soldados.
«Las líneas limitan los países que se están coronando de espinas punzantes que amenazan, desprecian y rechazan a tantos hermanos», lamentó Núñez.
Los hondureños «han partido buscando un mejor futuro porque en nuestro país se les han cerrado las puertas del desarrollo y no tienen ni el salario mínimo para poder vivir con sus familias», por lo que «emprenden esa riesgosa travesía buscando una vida mejor», deploró el religioso.
© Agence France-Presse
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