La insólita justicia hondureña
Por Mario E. Fumero
Ha trascendido a los círculos internacionales la aprobación, por el Congreso de Honduras del nuevo Código Penal, en donde se ha tenido la osadía de reducir las penas a los delitos vinculados con la corrupción y el narcotráfico. Esto ocurre mientras que a nivel internacional, los países están fortaleciendo y endureciendo sus leyes en estas dos áreas. La pregunta que me hago al respeto es: ¿Por qué la ley favorece tanto a los corruptos y narcotraficantes en Honduras, mientras que en Estados Unidos, México y Europa las mismas se endurecen cada vez más? ¿Qué opinan los juristas, el Colegio de Abogado y la Corte Suprema de Justicia ante tal legislación protectora de los delincuentes? ¿Quiénes son los legisladores que están buscando con ese nuevo Código Penal reducir las penas por delitos de corrupción y narcotráfico? ¿Podrá este nuevo Código Penal, al ser publicado, traerle consecuencias negativas al país a nivel internacional? Ya se comenta en muchos países europeos, en donde me encuentro, este retroceso en la legislación hondureña.
Mientras a nivel mundial se trata de globalizar las medidas contra la corrupción y el narcotráfico para inducir temor, al hacerlas más fuertes, y persuadir a los corruptos y grupos de narcos a cambiar su conducta, en Honduras al contrario, se están creando las condiciones para que la corrupción siga creciendo con impunidad y el narcotráfico persista. Posiblemente esto se deba a que los que están legislando, o no saben lo que están haciendo, o se están cubriendo sus espaldas de algo turbio que les pueda aparecer en el futuro.
El filósofo Sócrates, cuando hablaba de la política y la democracia, estableció el criterio de que aquellos que tienen que gobernar o legislar tienen que saber lo que hacen, y ser conocedores de la justicia, y le hizo una pregunta a sus discípulos: ¿Aceptarías que te pusieran como médico a cualquier persona sin ser médico, para que atendiera una enfermedad? Todos sabemos que muchos de los diputados no tienen la menor idea de las leyes y convenios internacionales, y algunos llegan al Congreso para defender ciertos intereses de grupos selectos o personales, y no les importa legislar para mejorar a la nación, sino para proteger sus ambiciones políticas e intereses propios.
Todos sabemos que el gobierno ha estado luchando arduamente contra el narcotráfico, y ha hecho un esfuerzo aparente por combatir la corrupción, incluso en Congresos anteriores, se abolió la inmunidad de los diputados, pero hoy con ese nuevo Código Penal se está retrocediendo, y se está creando las condiciones para patrocinar una impunidad delincuencial que puede traerle al país graves consecuencias internacionales.
Concluyo con este pensamiento, “solo podremos vivir en un país de justicia y rectitud cuando la ley no proteja a los corruptos, y sea severa con los narcotraficantes, de lo contrario, Honduras seguirá siendo lo que tristemente es para muchos organismos internacionales, una nación dominada por la corrupción y el narcotráfico”.
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