Radio América. En exclusiva, una enfermera de un centro de salud de la Capital, que se contagió de Coronavirus, pero que actualmente está proceso de recuperación “avanzado”, contó a esta casa radial la sintomatología de la enfermedad y cómo ha sido su vida en el tiempo de su aislamiento.
Radio América, como emisora responsable está vez no brinda el nombre de la entrevistada por razones de seguridad e integridad física y tampoco la ubicación exacta del centro de salud en dónde ella labora.
En principio la auxiliar de enfermería saludó a los hondureños y dijo que ya el 11 de marzo, “yo inicié a sentir malestar en la garganta, tos seca, dolor de cabeza y malestar general del cuerpo; llegó a mi trabajo, estoy asignada al área de ginecología y le digo a mi compañero, voy a tener que alarmar a estas mujeres, pero voy a usar mascarillas, porque ando una virosis y no quiero enfermarlas a ellas”.
La pobladora de una colonia de Comayagüela prosiguió contando, “luego se me dio el aviso de que con una de las personas con que yo trabajo, había estado en contacto con el caso cero, pero yo ya tenía síntomas. Quiero dejar bien claro que difícilmente será saber quién es la persona contagiada, hay muchos que son positivos, pero no tienen síntomas, es decir son asintomáticas”.
Sintomatología
“Entonces yo presento síntomas y le digo a mi jefe, me está dando está situación y mi jefa inmediata me dice: váyase para su casa y aíslese, pero yo con eso pienso en los pacientes, en mi hijo y en sus compañeros de clases y en los demás, porque yo, la profesión la escogí y sé los riesgos que tenemos como personal de la salud, con un sistema débil y con poco o nada de insumos para una situación y no digamos como una pandemia como está”, relató.
“Entonces me pongo a pensar en eso y llamo al instituto para que mi (hijo) me lo saquen de las aulas y le comunico al consejero de la situación, me vengo a la (casa) y me aíslo. Sentía un malestar terrible en el cuerpo y me dormí, pero cuando me despierto miro el dato de que el caso pertenecía a unas de las áreas de nuestro centro de salud, entonces a mí me alarma eso y digo qué tanto así, cuando me doy cuenta que está el primer caso en el país, púes, pensé que fuera de otro lado y no del centro sanatorio donde yo trabajo”, manifestó.
Los días 11 y 12 seguía con el malestar yo decía es virosis, no tenía fiebre, pero el viernes 13 yo empiezo con 38 grados de temperatura y con dificultad respiratoria leve, y solo tomando acetaminofén, entonces, eso me alarma y voy al Seguro Social que estaba atendiendo los casos sintomáticos respiratorios, dijo la profesional de la enfermería a Radio América.
«Resfriado común»
Continuó relatando, “cuando llegó le digo a la doctora yo tengo estos síntomas, trabajo en un centro de salud en donde se presentó el primer caso (Coronavirus), laboro en el área de ginecología, pero ellas me dicen que lo que ando es un resfriado común, le voy a dar tres días de incapacidad, sin embargo, le pido que no me los dé, porque yo no trabajo los sábados ni el domingo y el lunes voy a trabajar, ya tenemos un caso y lo que más necesitamos es recurso humano porque se tiene que hacer un trabajo inmenso cuando hay un caso de eso”.
No obstante, «la doctora me dice que por ser un resfriado común yo necesito reposo, pues uno debe acatar las indicaciones del médico, tome la incapacidad, me vine y me aislé en mi casa el» día 14.
«Para el 18 volví a ir a la consulta, porque la dificultad respiratoria era más fuerte, pero cuando llegó (clínica IHSS), me piden referencia, pero les digo no la traigo, sin embargo, me dicen que tengo que traer la referencia, no me dejaban y le digo a mi esposo grabá que no me quieren atender y lo subís inmediatamente (vídeo), aunque no lo iba hacer, porque estamos dentro del sistema de salud y la cuestión no es afectarlos, sino ayudarlos y buscar soluciones.
Pero después hablaron y me atendieron y me llevaron, pero la doctora que puede ser por el agotamiento de trabajo y me dice la voy a dar un día de incapacidad, lo suyo es un resfriado común, pero le dijo yo no necesitó eso”.
“Pasados siete días de los primeros síntomas y me vuelven a decir que es un resfriado común y con dificultad respiratoria más elevada y me dicen que mis pulmones están limpios, váyase y me dan el día de incapacidad”, lamentó la paciente.
Sin embargo, manifestó que, como toda persona responsable, tomo la incapacidad y me dieron como seis pastillas Loratadina. Bueno me vengo nuevamente a reposar a mi casa, eran días difíciles porque no podía hablar por la dificultad respiratoria.
Pero a las dos de la tarde (día 7, 18 de marzo) me dicen que viene el equipo de respuesta rápida y me traer una incapacidad por siete días y la doctora que me atendió el día 14 y a quien le conté mi cuadro de (salud), me dijo las pruebas son muy caras para poderlas gastar, el residente dio negativo, entonces, no podemos hacerle a usted las pruebas.
La vida de una persona puede valer menos que una prueba, ese es nuestro sistema de salud”, cuestionó la enfermera afectada con COVID-19 en Honduras.
Dificultad respiratoria
Seguía los días 18, 19, 20, 21 y 22 la dificultad respiratoria, pero el 23 como a las 10 de la noche, estoy que me asfixio, que no puedo respirar y en eso yo llamo a una doctora y su madre que me sostuvieron de la mano y les digo llamen al 911, y me pregunta con quién está, les pasó a mi esposo y les empieza a relatar, pero le dicen le vamos a pasar a Secretaría y espere media hora, pero en ese tiempo yo sentía que era vida o muerte”.
“Nosotros nos fuimos y nos trasladamos y llegamos al Seguro Social de La Graja como a las 10:30 de la noche, me atienden y me dice la doctora que lo que tengo es ansiedad, sin embargo, le digo que no puedo respirar y lo que necesito es un diagnóstico, porque necesito tranquilidad para mi familia y para mí, pero (galena) me dice: le voy a dar los 14 días de incapacidad, porque usted está trabaja en tal (colonia) y ahí está un caso”, contó la entrevistada.
Pero su incapacidad ya no venía por resfriado común, sino por riesgo laboral. “La llamada al 911 fue de mucha ayuda, porque al día siguiente me llaman de la Secretaría y al escucharme de que yo no podía hablar y apenas respirar, entonces, dos horas más tarde me llama una doctora epidemióloga del Seguro Social y cuando ella me escucha, me pregunta ¿ya le hicieron las pruebas?, usted está muy mal, pero yo le relato cómo me han estado manejando”, subrayó.
“Púes me dice la doctora, ¡véngase mañana! y me llama para que le hagan las pruebas, (esto en el día 14 desde el inicio de la sintomatología), me hacen las pruebas y me chequean y pese a que yo no padezco de presión arterial alta, pero me preguntaron si era hipertensa porque la presión la andaba en 185, aunque no sé si es uno de los síntomas del virus por ser nuevo”, acotó.
Positiva de Coronavirus
Dijo que con la cadena nacional del 28 de marzo informaron del caso positivo de Coronavirus de una mujer de 46 años de Francisco Morazán: y ante eso, “digo soy yo y llamo a la doctora y le pregunto sí a uno lo llaman y me dicen que no, pero le voy a averiguar y me contesta, fíjese que sí, es usted (…), me fui para la clínica periférica y ahí me hicieron unas placas y los pulmones estaban limpios porque la dificultad respiratoria era menos”.
“El miedo mata”
“Pero lo que más mata le digo a la población, no es en si la enfermedad, sino el miedo y es algo que yo no lo tuve en ningún momento y esta fecha (31 de marzo) mi recuperación ha sido satisfactoriamente, porque he tomado todas las medidas de seguridad, de higiene y las demás que debemos tomar”.
Sobre el aislamiento la enfermera señaló que el paciente positivo de Coronavirus se aísla en una habitación sola, pero si en esa casa viven cuatro o cinco personas y solo hay dos habitaciones, entonces no puede haber aislamiento adecuado.
Aislamiento, alimentación y tratamiento
“Yo me aísle en una habitación sola y ya llevo 21 días, mi familia estaba en otra. En cuanto a los alimentos, relató, me toca la puerta y me los dejan, cuando se han ido yo salgo con mi mascarilla y los guantes y así me alimento”, comentó.
Enfatizó que “la pandemia no es una cortina de humo, es una realidad que estamos viviendo y que lastimosamente no tenemos insumos necesarios en los hospitales y centros de salud para enfrentar el Cornavirus”, esto lo dijo alguna parte de la población no está tomando en serio la situación del virus.
Indicó que el tratamiento solo es acetaminofén y la alimentación es normal, aunque si la enfermedad lo que más produce es sed, porque se suda bastante, entonces, “hay que estarse hidratando de todos los líquidos que pueda”.
Respecto a su recuperación la enfermera auxiliar afirmó no saber, porque el médico que le da seguimiento lo monitorea tres veces al día, hasta que se dé el diagnóstico final del estado de salud de la paciente.
Finalizó haciendo conciencia a los hondureños de que, “es el momento de que luchemos por nuestra vida, porque al tomar las medidas de prevención como: el lavado de manos, cuidar a los niños y adultos mayores y quedarse en casa, eso va salvar a nuestras vidas, porque la Secretaría de Salud no está preparada para esta pandemia”.