Radio América. La violencia parece tomar repunte nuevamente en la capital hondureña en donde una balacera dejó anoche el saldo mortal de cinco personas fallecidas y dos heridas.
La nueva masacre tuvo lugar en el sector conocido como Las Hamacas, en la conflictiva colonia Nueva Suyapa de Tegucigalpa, en el nororiente de la ciudad.
Entre los fallecidos se encuentran tres hombres y dos mujeres, cuyos cuerpos quedaron dentro de una vivienda, en una dantesca escena.
El relato preliminar de los hechos establece que sujetos fuertemente armados bajaron hasta la morada cuya propietaria había convertido el lugar en una semi cantina.
Los sicarios habían marcado la zona para atacar pues no les importó la presencia de todos los presentes al abrir fuego con armas de grueso calibre sin importar si se tratase de sus objetivos o no.
Minutos antes un grupo de encapuchados tocó la puerta, haciendo creer que se trataba de unos clientes más, sin embargo la misión sicarial comenzó a tomar forma con las detonaciones, salvándose de morir dos menores de edad de lo acontecido.
Sin piedad alguna los malvivientes descargaron sus armas contra el grupo de personas que se encontraban dentro departiendo con bebidas alcohólicas.
Los vecinos a la distancia escucharon la balacera lo cual hizo que familiares y allegados corrieran a ver lo sucedido, dando llamada de alerta a las autoridades.
Hasta antes que amaneciera sólo se conoció la identidad de dos de las víctimas que en vida correspondían a los nombres de Genaro Sierra y Luis Genero Hernández de 23 años
Estos eran padre e hijo respectivamente, quienes al finalizar un sacrificado turno laboral de fin de semana decidieron sacudirse el estrés, desgraciadamente en el lugar que sicarios ya tenía en la mira.
En medio de la tragedia sobrevive la esperanza que las dos personas heridas de bala puedan recuperarse.
Con esta nueva muerte múltiple a la fecha el país contabiliza 29 masacres, la más reciente el pasado viernes 14 de agosto en la colonia Pueblo Nuevo, en el sector Los Laureles de la capital.
Este hecho sangriento se registra pese a los operativos de saturación anunciados por los diferentes cuerpos de seguridad del Estado a raíz de la última masacre en donde tres jovencitos murieron a manos de pandilleros.
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