Radio América. La policía municipal sampedrana realizaba este miércoles el cierre de negocios formales e informales en el Barrio Medina de San Pedro Sula para proteger a la ciudadanía de los contagios de COVID-19.
Los municipales se desplazaban por la tercera avenida y demás puntos colindantes a fin de cumplir las medidas ordenadas por el gobierno central.
Ante el sorpresivo desalojo los comerciantes de la zona reaccionaron molestos argumentando la apertura de los locales a fin de higienizarlos.
Fredy Núñez, presidente de los locatarios, en declaraciones a periodistas manifestó que cerca de 100 buhoneros habían sido convocados con el propósito de reordenar y realizar la respectiva limpieza en el lugar.
Con los ánimos un tanto caldeados los vendedores comenzaron a remover las cercas instaladas por los municipales para despejar el paso.
“Veníamos a limpiar y los policías se han metido a rollo por esto”, manifestó uno de los comerciantes quien no se guardó su deseo de volver a laborar tras casi tres meses de paralizadas las actividades a causa de la emergencia sanitaria.
El departamento de Cortés, norte de Honduras, donde se localiza San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante, continúa siendo el principal epicentro del coronavirus en el país con 3 mil 513 casos positivos y 171 decesos.
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