Radio América. Una de las versiones claves ha salido a luz en las últimas horas, se trata del testimonio del doctor Edgar José Velásquez Orellana, el acompañante con quien fue detenida la malograda estudiante de enfermería, Keyla Patricia Martínez.
La joven promesa de la enfermería fue arrestada la fatídica noche del 6 de febrero por policías durante un “toque de queda” en la ciudad de La Esperanza, Intibucá, donde perdió la vida bajo custodia policial.
El acompañante de Keyla rompió el silencio a poco de una semana del confuso hecho, relatando detalles de lo acontecido desde el instante en el que fueron requeridos hasta el momento en el que recibió la trágica noticia y fue liberado.
Consultado sobre si ha recibido amenazas o presión de algún tipo, el galeno de 40 años de edad expresó que a él nadie lo ha intimidado “nadie me ha llamado para coaccionarme”.
Sobre si Keyla fue asesinada o se suicidó expresó que no está en su capacidad la emisión de un dictamen.
“Lo que yo crea no es relevante, solo soy un testigo y mi trabajo es dar a conocer lo que viví y hasta donde yo vi”, expresó Velásquez.
En ese sentido manifestó que deja en manos de las autoridades competentes el esclarecimiento científico del caso. “Mi trabajo como víctima y testigo es dar mi declaración nada más”.
Sin embargo la apoderada legal de la familia Martínez señala que el doctor Edgar vio algo más que no quiere revelar.
La abogada Irma López expresó este viernes a Radio América que «da lugar a duda la declaración del doctor Edgar».
No me han amenazado
El entrevistado (Dr. Edgar) inició externando su solidaridad con la familia doliente, expresando que en ningún momento se ha escondido.
Comentó que desde el instante en el que salió en libertad a las 7:00 de la mañana del domingo 7 de febrero se dirigió a brindar declaraciones a las instancias pertinentes.
El galeno empezó diciendo que el sábado salió a departir con Keyla a quien conocía desde hace tres años y a eso de las 11:00 de la noche fueron interceptados por una patrulla en el instante en el que se dirigían hacia sus hogares.
Relató que se disgustó con los agentes por la forma en la que se les dio detención (esposas socadas en las manos). En el alegato con los uniformados (sin violencia) la hoy occisa le manifestaba a Edgar que se calmara y que mejor la escuchara a ella.
Aclaró que ambos fueron colocados en celdas distintas en donde ella se encontraba sola y llorando, Mientras, él fue ingresado a otro recinto junto a 10 personas más.
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Solo se podían escuchar pero no verse. “Le pedimos junto a los demás para animarla y pasar el tiempo que nos cantara dos canciones. Luego ella dijo que quería quitarse la vida. Le dije que no dijera eso, que sus palabras tenían poder. Entonces dejamos de escucharla y gritamos a los policías para que nos auxiliaran”.
Uno de los uniformados llegó con una pequeña linterna, alumbró hacia la celda y se fue rápido a llamar a cuatro más quienes la sacaron inconsciente, fue cuando se la llevaron y no supo más de ella hasta las 6:00 de la mañana.
Edgar precisó diciendo que no vio prudente platicar con los medios antes de hablar con la familia de Keyla, de quien sólo conocía a ella, su hermana y una prima.
“Hasta el día de ayer tuve la oportunidad de conocerlos. Antes de hablar con la familia tenía que dar mis declaraciones oficiales a las instancias legales del país. Por recomendaciones de mi abogado me sugirieron no dar entrevistas antes”…
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