Radio América. Este 14 de febrero se cumplen ocho años del terrible incendio, que marcó la vida de la familia de los 361 reclusos que fallecieron calcinados en el Centro Penal de Comayagua.
El incendio, en el que también hubo varios heridos y 50 desaparecidos, se originó en el módulo seis del penal y en cuestión de minutos ya se había extendido por casi todo el centro penitenciario.
El siniestro que comenzó a eso de las 10:55 en la bartolina 6 de la Granja Penal no dio tregua a los reclusos que estaban dentro de las celdas 6, 7, 8, 9 y 10, pues la mayoría falleció producto del fuego y algunos otros por asfixia al intentar escapar del fuego feroz.
Durante el voraz incendio, el momento fue desgarrador, mientras hombres uniformados entraban y salían del recinto contabilizando el número de víctimas, lo único que podía oírse eran los gritos de las madres de los fallecidos.
El hecho estremeció al mundo y enlutó a cientos de familias hondureñas, la muerte de los privados de libertad en la granja penal de Comayagua es catalogada como la peor tragedia carcelaria de los últimos 30 años en Latinoamérica y una de las peores del mundo.