AFP.- El Gobierno nicaragüense de Daniel Ortega hizo un gesto y liberó a decenas de «presos polÃticos» este miércoles antes del inicio de una nueva ronda de negociaciones entre el gobierno y la oposición para buscar una salida a la grave crisis polÃtica y económica que sacude el paÃs.
«Se habla de cien personas liberadas […] solo en la CPDH tenemos 51 personas secuestradas (presas), porque no tienen ningún proceso y están detenidos de manera ilegal», afirmó a la AFP el abogado Marcos Carmona, presidente de la Comisión permanente de Derechos Humanos (CPDH).
Se trata de parte de los más de 700 manifestantes detenidos por participar en las protestas que estallaron en abril pasado contra el gobierno de Daniel Ortega. Se desconoce en qué condiciones jurÃdicas fueron liberados.
«Me dijeron que me dieron casa por cárcel», expresó Carlos Valle, uno de los liberados, quien dijo sentirse «feliz» de estar de nuevo en su casa.
Un fotógrafo de la AFP observó que los detenidos eran entregados por agentes penitenciarios en sus respectivas casas.
Las liberaciones se dieron horas antes de que representantes del gobierno de Ortega y de la opositora Alianza CÃvica por la Justicia y la Democracia (ACJD) volvieran a la mesa de diálogo, en un contexto de extrema polarización, deterioro económico y amenazas de sanciones internacionales.
Contacto inicial
En un encuentro de este miércoles en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE), 15 km al sur de la capital, las partes presentarán las propuestas y las condiciones de negociación para definir la metodologÃa del proceso, dijo a la AFP Azahálea SolÃs, del equipo negociador de la ACJD.
Ambas partes vuelven a encontrarse nueve meses después de que se suspendieran las conversaciones previas mediadas por el episcopado durante una violenta represión de protestas contra el gobierno, en las que al menos 325 personas murieron, 700 fueron detenidas y miles se exiliaron en paÃses vecinos.
Se desconoce si Ortega y su esposa, la vicepredidenta Rosario Murillo, acudirán a la cita como ocurrió en la ronda anterior, mediada por los obispos católicos.
Ortega, de 73 años, alegó en la anterior ronda de reuniones que los opositores y la iglesia pretendÃan quitarlo del gobierno al proponer una agenda de reformas polÃticas, entre ellas adelantar las elecciones de 2021.
El bloque opositor que reúne a empresarios, estudiantes, campesinos y organismos de la sociedad civil propondrá la participación de «garantes internacionales», como la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas.
Y su prioridad en el diálogo será «la liberación de los presos polÃticos, la libertad de expresión, de movilización y que se adelanten las elecciones», apuntó SolÃs.
El gobierno no reveló qué temas presentará en la negociación, aunque Ortega, al hacer la convocatoria, centró su interés en la recuperación económica.
Murillo hizo votos para que las conversaciones «se desarrollen pensando en el bien de todos».
Aislamiento y crisis
El gobierno acude al nuevo ciclo negociador presionado por el colapso de la economÃa y el aislamiento internacional, agravado por la turbulencia que vive el gobierno venezolano de su aliado Nicolás Maduro.
«Ortega accedió a dialogar porque la resistencia civil continúa firme, por el aislamiento internacional, la situación (de crisis) en Venezuela y porque la economÃa está en caÃda libre», consideró SolÃs.
«El debilitamiento de Maduro debilita a Ortega», coincidió la exguerrillera sandinista Dora MarÃa Tellez, quien considera que el gobierno se sienta a negociar con «la soga al cuello».
La crisis polÃtica impactó duramente en la economÃa, que se contrajo 4% en 2018 y perdió más de 300.000 puestos de trabajo. La proyección para este año es de una caÃda del PIB de 11% y más desempleo, según los gremios económicos. El gobierno, en tanto, prevé una contracción de 1% en 2019.
Pese a la agudización de la recesión, expertos consideran que las medidas para enderezar la economÃa deben ser de orden polÃtico.
Ortega, lÃder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FLSN), va a aprovechar el diálogo «para confundir y dividir» a la oposición y usar a los presos «como rehenes y carta de negociación», señaló el excomandante sandinista Luis Carrión.
«La Alianza CÃvica ha aceptado el desafÃo de asistir a esa negociación compleja y llena de riesgos», agregó Carrión, uno de los nueve comandantes de la revolución sandinista en 1980 y ahora férreo crÃtico del gobierno.
Ortega no va a las negociaciones «de buena fe, en busca de una auténtica solución a la crisis. Sus objetivos (…) son neutralizar el aislamiento y las sanciones internacionales, preservar su poder y mantenerse en la presidencia hasta el 2021», añadió.
El exvicecanciller VÃctor Hugo Tinoco consideró que el gobierno tiene que hacer la concesión más importante, que es la liberación de los «prisioneros polÃticos».
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