Por Arturo Alvarado: El próximo 15 de septiembre estaremos celebrando, con bombos y platillos, el CC Aniversario de la Independencia Nacional, evento que será aprovechado al máximo, por los mismos de siempre, para adormecer a la mayoría de la población con su retórica político-partidista, especialmente si consideramos que el próximo mes de noviembre se celebraran elecciones generales en nuestro país.
A propósito de lo anterior, mi amigo Abel García Bonilla tuvo la gentileza de obsequiarme recientemente el libro que relata la vida de su abuelo Abel García Cálix, ciudadano hondureño identificado con la clase obrera y con los humildes, periodista y poeta, que se codeo con personas ilustres de su época como Luis Andrés Zúñiga, Rafael Heliodoro Valle, Marco Antonio Rosa, Alfonso Guillén Zelaya y Froylán Turcios, para mencionar algunos de esos connotados compatriotas.
En su discurso del 17 de septiembre de 1926 en representación de la Corporación Municipal de Tegucigalpa, con motivo de CV Aniversario de la Independencia Nacional, expreso algunos conceptos que, transcurridos 95 años, siguen teniendo plena vigencia. A continuación, algunas partes de dicho discurso.
“Bien está que hoy, que cumplimos el ciento cincuenta y cinco aniversario de nuestra vida libre, nos reunamos en este salón del cabildo de Tegucigalpa para consagrar un recuerdo a la imperecedera memoria de los próceres, cuyo ejemplo magnánimo ha de darnos valor para sobreponernos a tantas miserias, a tantas conmociones sociales, a tanta acometida del instinto como padecemos….
Pues, bien: hagamos nosotros de cada ciudadano de Honduras, un propagandista ferviente de la paz; porque habiendo paz podremos enfrentarnos con el grave problema de la educación, enseñando a cada hombre rico o pobre, grande o pequeño, que todos estamos en el deber de aportar nuestra cooperación a la obra común que habrá de salvar a la patria. Y esa cooperación ha de ser de clase a clase, de hombre a hombre, de voluntad a voluntad, sin regateos y distingos……
Como nación independiente, Honduras está rodeada de todo género de peligros: peligros de carácter internacional y peligros de carácter doméstico. Pero, si no hemos de salirnos del radio de la verdad es indispensable afirmar, con acento categórico, que el mayor peligro que amenaza a la patria lo constituimos nosotros mismos. …………..
Ahora mismo, que estamos celebrando esta solemne misa cívica, hay amenazas en el horizonte. Agudizada la mirada, clavadla en los cuatros puntos cardinales y os convenceréis de la presencia de rostros congestionados por la codicia o por el odio que nos miran con vidriosas pupilas de fieras que se preparan para el salto……”
La vida del honorable García Cálix fue segada en 1927 a los 37 años, asesinado por Calixto Carías en el parque Morazán de Tegucigalpa, en presencia de su amigo y compañero literato Marco Antonio Rosa, crimen que como sucede ahora, quedo en la impunidad.
Para esta celebración de los CC años de Independencia debemos aprovechar para que todos hagamos un mea culpa y nos unamos para luchar, dejando a un lado intereses mezquinos y ambiciones personales, por una transformación que convierta a Honduras, en un futuro no muy lejano, en un país solidario y de esperanzas para todos.