(EFE).- La vigencia de un régimen de excepción desde finales de marzo no ha frenado en El Salvador el fenómeno del desplazamiento forzado por violencia, afirmó este lunes la directora de Investigación en Derechos Humanos de la organización humanitaria Cristosal, Rina Montti.
«Vemos que el régimen de excepción no ha parado los desplazamientos forzados internos», dijo Montti en una conferencia de prensa.
El Salvador se encuentra bajo este régimen desde finales de marzo y fue aprobado por la Asamblea Legislativa tras una ola de violencia que le costó la vida a 87 personas en tres dÃas. Esta escalada fue atribuida a las pandillas, principalmente a la Mara Salvatrucha (MS13).
La experta explicó que Cristosal ha registrado al menos a 85 personas en situación de desplazamiento forzado en lo que lleva de vigente el régimen de excepción.
«La mayor parte de ellos están siendo desplazados por acciones vinculadas a las pandillas, mayoritariamente la Mara Salvatrucha y el Barrio 18», apuntó.
Señaló que un dato que indicarÃa «falta de confianza» en el Estado es el de las vÃctimas que acudieron a las entidades estatales con el 28,3 %.
El 24,3 % de las vÃctimas indicó que se desplazó al ser amedrentadas, mientras que el 23 % por amenazas y 8,8 % por el homicidio de un familiar, de acuerdo con un informe de Cristosal.
El informe indica que «el 81,5 % de las vÃctimas revelan que los victimarios pertenecen a pandillas en general y el 4 % reportan que fueron agentes del Estado».
De acuerdo con el presidente Nayib Bukele, se está cerca de ganar la «guerra» contra las pandillas con este régimen, que ha dejado más de 40.000 detenciones.
Una investigación de el medio salvadoreño El Faro señala que la ola de homicidios que dio pie al régimen de excepción se desencadeno tras la supuesta ruptura de una tregua entre el Gobierno y las pandillas. El mandatario no ha respondido a esta acusación.
En diciembre pasado, el Gobierno de Estados Unidos sancionó a dos funcionarios del Ejecutivo de Bukele por las «negociaciones secretas» entre el Gobierno y la MS13.
En un comunicado, EE.UU. señaló que «dirigieron, facilitaron y organizaron» una serie de encuentros con lÃderes de la pandilla encarcelados, como parte de los esfuerzos del Gobierno salvadoreño para negociar «una tregua secreta» con los jefes de la MS13.
Las pandillas, un fenómeno considerado como herencia de la guerra civil (1980-1992) y que se fortaleció con la deportación de pandilleros de Estados Unidos, han resistido a los planes de seguridad implementados en las últimas cuatro Administraciones. EFE