De acuerdo con el psiquiatra Javier Uclés, el comportamiento violento y los intentos de suicidio de los hondureños se debe a que la salud mental de estos «está perdida».
«No estamos locos, es que hay mucho odio, rencor, rabia, mucho consumo de sustancias», lamentó.
A su criterio, hay un deterioro social que genera más intolerancia e irrespeto.
También explicó que el suicidio, generalmente, es un efecto y no una causa. Estas pueden ser múltiples, como el maltrato.
Por otro lado, apuntó que no lo hay suficientes psicólogos y psiquiatras para curar la mente de los hondureños. Esto debido a que no hay fondos. Por lo que sugirió que se debe hacer psiquiatrÃa de masas y colectiva para orientar a las personas.
Según el doctor, la gente se ha alejado de Dios y «está comprobado que la gente que vive cerca de Dios y cree en Dios tienen mayor estabilidad emocional y tienen más felicidad».
Además adujo que la violencia contra la mujer y los niños es consecuencia la vulnerabilidad que sufren. «Es difÃcil ser niña o ser mujer en Honduras», finalizó.