(Radio América)-José Serapio Pineda Ramos logrò posicionarse como empresario regalando felicidad después de enfrentar problemas con el alcohol y tocar fondo. En la actualidad apoya las causas de jóvenes en riesgo social.
En un cuarto de 14×6 de tamaño lleno de cuadros de payasos, pinturas para maquillar su cara y muchos disfraces de colores con zapatillas alucinantes. Así, es un rincón de la casa de Pineda Ramos mejor conocido como “Payaso Relajito”, personaje con el que este emprendedor ha logrado regalar felicidad y sonrisas.
Definido como un hombre muy alegre, humilde, ocurrente, parlanchín y sobretodo muy leal por las enseñanzas de su padre; Pineda ha logrado vencer las más grandes dificultades que se le han presentado en la vida.
La motivación de este hondureño 5 estrellas, es regalar alegría a todos los que le ven:
“Me encanta hacer sonreír a la gente, que no importa que tan frustrado esté la persona decirle que tiene derecho a disfrutar la vida y sonreír sanamente y de gratis que es lo más importante”.
La infancia de Serapio Pineda fue muy alegre y muy jovial, muy conocido en su pueblo como un pequeño parlanchín y muy extrovertido José Serapio Pineda Ramos, fue bautizado en su comunidad en Olancho como “Chepe Lora”.
“En mi pueblo usted pregunta por mi nombre normal nadie lo conoce pero si pregunta por chepe lora, Dicen el hijo de don Serapio”, expresó con una sonrisa en su cara.
Fue en el año de 1978, cuando el pequeño “Chepe Lora” cursaba la escuela, que el día de las profesiones llegó y sus maestros preguntaron a qué se dedicaría, el niño entusiasta contestó sin titubeos –quiero ser payaso-.
“Yo no voy a ser ingeniero, yo quiero ser payaso y nos movilizamos a una pequeña comunidad de Concordia Olancho, allí incursioné no tenía nombre pero me pintaba y hacía payasadas. Me gustaba estar con mis amigos y ser el hazme reír para pasarla bien”, recordó el personaje.
Un camino difícil
En este camino, el personaje ha recorrido miles de lugares y conocido tantas historias de personas que están atadas por algún vicio, en su juventud el personaje recuerda haber estado perdido por el alcohol.
“El alcoholismo es una enfermedad progresiva, insidiosa y de consecuencias muy fatales, es crítico no tiene cura es mental”, expresó.
Serapio continuó, “Yo soy alcohólico Anónimo –estoy rompiendo el anonimato- y me arrepiento haber probado ese trago que me hizo perderme sin embargo hace 16 años logré ganarle a esa carrera viviendo mi vida sin una gota de alcohol”.
Es por lo anterior que en uno de los que fue momento difícil en su vida Serapio tocando fondo logró resurgir de las cenizas y hoy en día junto a su esposa se dedican a la labor social desde su empresa Diversiones Relajitos.
Infancia separada de su hermano gemelo
Como quien cuenta una anécdota de película ficción, Pineda recordó la historia que su padre le confesaría en su lecho de muerte, José Serapio Pineda fue separado de su hermano gemelo para ser salvado de la crítica condición de salud en la que se encontraba.
“Vine a conocer a mi madre biológica 1998, por una casualidad yo trabajé para varias empresas y en uno de mis trabajos llegué a la casa de ella y me dijo: -A usted no lo acabo de enviar a trabajar- y le dije: no, yo ando vendiendo y ella me contestó deje de estar bromeando, usted siempre bromeando-”.
Serapio recordó que su madre biológica lo confundió con su hermano y hasta estar uno frente al otro pudieron constatar que en efecto eran hermanos gemelos y que fueron separados por la situación económica difícil de su madre.
“Yo tenía un problema severo de alimentación mi mamá Tere era muy pobre y la pareja de ella en ese momento era un alcohólico y mi papá me adopta y me trae de San Pedro Sula a Olancho donde yo crecí. Mi mamá Dilma me recuperó porque yo venía más muerto que vivo”, relató.
Aunque, en aquel momento para Serapio el encuentro le cayó como balde de agua fría y muy increible, el personaje lo describió como algo muy bonito y una magia describió aquel momento, nuestro personaje. Al hablar de su pasado, Serapio Pineda muestra gran emoción de y orgullo de pertenecer a una gran familia.
“Le agradezco a Dios pertenecer a una gran familia donde somos como 12 hermanos y nos llevamos muy bien”, comentó.
De payaso sin nombre a un empresario exitoso
Con el pasar del tiempo José Serapio creció y alcanzó varias metas académicas entre ellas un título de licenciado en mercadotecnia, una ingeniería en sistemas y lo más importante para él su título de Arte Dramático Dirección escénica y dramaturgia con el que logró emprender su propia empresa Diversiones Relajito.
Fue después de muchos trabajos muy bien remunerados, que Serapio Pineda renunció a su vida profesional y logró fusionar su talento y pasión para convertirlas en su modo de vida que sacaría a flote a su familia.
“Mi papá me preguntó cuál era mi motivación en la vida y le dije papá se necesita plata para emprender algo y él mismo me respondió: – No, con lo que vos sabes y has estudiado podes hacer lo tuyo. Ya deja de dar tu pulmón-”.
Aquellas palabras de su padre retumbaron en su mente y despertaron al emprendedor que había dentro de José así que decidió seguir el consejo de su padre y emprender.
El camino de emprender para Serapio Pineda no fue fácil, él nos comentó que tuvo situaciones difíciles y no podía pagar ni siquiera la renta de su apartamento, mucho menos costear la comida de su familia, sin embargo, este hondureño luchó por alcanzar sus sueños con la ayuda de su esposa.
“Logramos mi esposa y yo independizarnos. Ya al paso de dos meses debía el apartamento, debía comida e incluso pasé una navidad con 20 lempiras junto a mi esposa y no tenía trabajo”.
Este emprendedor, en sus inicios vendió en las calles de Tegucigalpa globos con formas y prestaba sus servicios como payasito en fiestas hasta que la gran oportunidad tocó a sus puertas.
“Logramos con mi esposa vender nuestros servicios como una empresa de montaje de eventos y entretenimiento infantil hasta que logramos despegar y hoy aquí estamos”.
El consejo que Serapio le deja a las personas que quieren emprender es ¡NO TENGA MIEDO!
“El miedo no debe de existir en ustedes, el miedo es algo que nosotros nos creamos y con eso montamos nuestras propias barreras y es allí donde nos cortamos nosotros mismos nuestras alas, por eso no avanzamos y vamos de retroceso”.
“Yo le digo a la gente en Honduras si se puede de repente tenemos poco apoyo o casi nada pero si se puede la idea es enamorar a las personas (posibles clientes), con nuestro servicio o producto aunque sea cómodo no importa de un lempira es ganancia”, explicó.
Alegría, esfuerzo, superación y un gran corazón son las cualidades que definen a José Serapio Pineda nuestro emprendedor de la semana.