Radio América. A criterio de la presidenta del Colegio Médico de Honduras (CMH), Suyapa Figueroa, las declaraciones de la ex rectora universitaria Julieta Castellanos, «no remueven conciencias», porque en la práctica nunca hizo nada por mejorar la atención de la salud en el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa.
La galena calificó las palabras de la exrectora Castellanos, como un «discurso sofista, en donde pretenden engañar al pueblo con acciones realizadas durante la administración del centro hospitalario, totalmente contrarias al discurso de engaño y de confusión para los hondureños».
Figueroa aseguró que el pueblo sabe muy bien cuál es la realiad y quienes han contribuido al deterioro del sistema de salud y las intenciones de tales personajes.
La titular de los médicos prometió que compensarán el trabajo no realizado, pero expresó, «dudamos muchísimo, que los galenos por medio de brigadas que atienden por la tarde, el Gobierno va a tener los insumos para que nosotros podamos laborar».
Agregó que el aumento de la mora quirúrgica fue una «ineficiencia a propósito para deteriorar el sistema».
Figueroa instó a Julieta hablar de la falta de gobernanza y que además diga, que ahora la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, ya no es el brazo ejecutor del Presidente de la República en materia de salud, porque por encima de la funcionaria hay tres niveles mas en la toma de decisiones por ejemplo: el Despacho de la Primera Dama y la Secretaría de Inclusión Social.
«No podemos seguir pretendiendo que el pueblo desconoce la realidad, o, que siente en carne propia el deterioro al que han llevado al sistema sanitario. Esas palabras de la señora exrectora me siguen produciendo cualquier cantidad de reacciones menos un sentimiento de identidad con la realidad en que vivimos», ironizó la doctora.
A la profesional de la medicina le parece que Julieta Castellanos pese a ser socióloga se queda corta en sus planteamientos, y a la vez dijo, «me da tristeza con la formación que dice tener, no haya analizado todas las situaciones que tienen al pueblo indignado en las calles, con nada que comer, sin educación para sus hijos y tampoco atención en los hospitales.
Información: Vilma Aceituno