(Redacción-AFP). Cientos de hondureños conmemoraron la noche del viernes el décimo aniversario del golpe de Estado cÃvico militar que derrocó al presidente Manuel Zelaya, en un clima de tensión por las amenazas de militares y policÃas desplegados por el gobierno.
El izquierdista partido Liberad y Refundación (Libre), coordinado por Zelaya, convocó a una marcha que finalmente se limitó a una concentración en el parque central de Tegucigalpa y que terminó con consignas y un concierto.
Durante el mitÃn, unas 2.000 personas gritaron demandas como «Fuera JOH», las iniciales del presidente Juan Orlando Hernández, o «Sangre de mártires: semilla de libertad», en homenaje a 150 activistas asesinados en las manifestaciones contra el golpe del 28 de junio del 2009.
En bulevares de la periferia de la ciudad, se registraron bloqueos con hogueras de neumáticos y piedras que fueron desalojados por policÃas, según dirigentes de Libre.
«Son diez años de balas, muertos, asesinatos de gente que lucha por sus derechos», declaró Zelaya a periodistas, durante la movilización en el parque que estaba rodeado de contingentes policiales.
En la mañana, Libre anuló un homenaje a las vÃctimas programado en la plaza «Isis Obded Murillo», cerca del aeropuerto de la capital, donde se suspendieron algunos vuelos por temor a los disturbios.
Medio centenar de personas se retiraron después que oficiales a cargo de la operación militar y policial les ordenaron desalojar, mientras unos 400 agentes estrechaban el cerco sobre los asistentes.
Las calles que conducen a la plaza fueron bloqueadas por más de 1.000 policÃas militares que impedÃan el acceso al homenaje.
«Esta es una dictadura que demuestra su debilidad frente a las manifestaciones del pueblo», dijo a la AFP el diputado de Libre, Juan Barahona, en alusión al gobierno de Hernández envuelto en una crisis por las protestas desde hace un mes contra la «privatización» de la salud y la educación. Las manifestaciones contra el gobierno han dejado al menos tres muertos y decenas de heridos.
Los manifestantes también exigen la renuncia del mandatario.
«Estos militares violan la Constitución que garantiza el derecho a la manifestación pacÃfica», expresó de su lado José David Murillo, de 67 años, padre de Isis Obed, un joven de 19 años que murió en 2009, abatido durante la represión contra una manifestación que se realizaba en esa zona cercana al aeropuerto.
«Isis murió con convicción, tenÃa en la página de su vida morir por defender al pueblo hondureño», sostuvo.
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