Daniel Muñoz, un joven atleta, graduado de Ingeniería Eléctrica que atravesó un momento difícil con su familia, quiso compartir su historia de vida, luego de un diagnóstico que cambió todo completamente pero también le sirvió como una muestra de lealtad y apoyo de sus amigos y compañeros de equipo.
«El día de mi cumpleaños estaba laborando en la ciudad de La Ceiba, Atlántida. Aprovechando que la empresa me dio libre, decidí ir al Seguro Social de dicha localidad para hacerme exámenes de control (orina, heces y sangre); en los primeros dos no presente ninguna anomalía, mientras que en el hemograma salí con las plaquetas bajas y me comenzaron a tratar por anemia.»
Daniel estuvo en tratamiento todo el mes de noviembre por su anemia, hasta que llegó el fin del mes y debía realizarse otro hemograma de control en el Seguro Social para ver cómo iba el progreso del tratamiento y que el médico el diera los resultados. Pero no resultó como el esperaba, cuando llegó no habían cupos y decidió ir a un médico privado.
«El médico privado además de ver mi hemograma me mandó a hacerme un electrocardiograma, una radiografía de tórax y un nuevo hemograma. Cuando le lleve los resultados de estos exámenes él me volvió a recetar medicamentos para la anemia y al ver el electrocardiograma me dijo que no tuviera emociones fuertes porque podía morir.
Al escuchar esas palabras me enoje por que eso no es nada ético. Yo presentía que tenía algo más que anemia ya que me sentía demasiado débil, histérico, sólo pasaba con sueño y me cansaba demasiado fácil.»
De un lugar a otro
Las vacaciones navideñas se acercaban y Daniel viajó hasta Tegucigalpa para celebrarlas con su familia. Aprovechó ese viaje para obtener una segunda opinión médica, así que llevó sus exámenes de control con él.
«Llegué el 22 de diciembre a las 10:00 pm a Tegucigalpa. En ese momento pasaba un frente frío, pero yo sentía calor y dormí prácticamente desnudo, lo que mi madre le pareció muy raro. La mañana siguiente bromeando le dije a mi hermana que yo sólo había venido para verlos por última vez, ya que no me sentí para nada bien; ella llorando le dijo a mi madre y mi madre se lo dijo a uno de mis hermanos, este al ver mi estado de salud, en el cual mi piel había perdido su tono natural y que no podía pronunciar más de 5 palabras en una misma oración decidió, llevarme casi a la fuerza a un clínica privada.»
Cuando llegaron a la clínica un médico internista evaluó a Daniel y dijo que su caso era demasiado grave, su corazón tenía un ritmo anormal, se escuchaba como locomotora y tenía varios soplos, así que le recomendaron un ecocardiograma. Al obtener el resultado de este último examen le descubrieron que la válvula mitral había sido afectada por una bacteria en un 90% y necesitaba operación inmediata.
El diagnóstico médico
El diagnóstico médico fue endocarditis bacteriana. La operación en dicho clínica era demasiado cara y sus familiares decidieron trasladarlo al Seguro Social ubicado en la Col. La Granja.
«Me ingresaron el 24 de diciembre en horas de la tarde a la sala de observaciones. Estando en la sala de observaciones le dijeron a mi familia que los médicos especialistas estaban de vacaciones y llegaban a mitad de enero, que se prepararán para lo peor. Al escuchar esa noticia, mi familia comenzó a
movilizarse para que pudiese ser operado fuera del seguro social.
El 27 de diciembre fui trasladado a un hospital privado de la capital para ser operado menos tiempo de lo planeado, al cabo de 3 horas ya estaba fuera de quirófano y con una válvula nueva. A causa de que los costos en ese hospital fueron muy altos, el 29 de diciembre volví a ser trasladado al seguro social, esta vez me internaron en la «Unidad de Cuidados Intensivos» para mi recuperación. En dicha sala sólo estuve tres días, luego fui trasladado a la «Sala de Operaciones de Hombres» y el 4 de enero a la «Sala de Medicina Interna» para seguir con la observaciones, recuperación y cumplimiento de la cobertura antibiótica.»
Desde el 4 de enero, hasta la fecha, Daniel ha estado interno en la «Sala de Medicina Interna». Su evolución ha sido tan rápida y satisfactoria que todos los médicos han quedado asombrados, tanto que el médico que le dijo a su familia que esperarán lo peor, le pidió permiso para presentar su caso en un congreso médico, porque jamás habían visto algo igual.
Daniel: «Estoy agradecido»
«Hoy en día me siento muy agradecido con Dios por que me dio una nueva oportunidad de vida, me siento súper agradecido con todas las personas que me han apoyado económicamente (pues si hemos gastado bastante billete) y emocionalmente (los mensajes de apoyo son los que me han dado fuerza para seguir adelante y no desesperme).
A lo largo de mi corta vida practiqué infinidad de deportes, pero el voleibol es el que considero como mi deporte… siempre lo practiqué por pasión, sin querer algo a cambio. Jugué para cuatro equipos diferentes, Galactic, Lobos, UNAH y me retiré en Casa Campo. Me sorprendió cuando mi hermana menor me dijo que se organizó un evento para recaudar fondos para los gastos médicos, todo por parte de la gente de voleibol.»
Esta historia es real, sus ex compañeros de equipo de la UNAH, lo socializaron con otros equipos y ellos sin pensarlo dos veces dijeron que si.
Venga y sea parte de este milagro.