EFE. La conveniencia de una dosis de refuerzo de la vacuna contra la covid-19 no está respaldada aún con suficientes evidencias cientÃficas, son imprescindibles más estudios. No obstante, esta serÃa más necesaria en mayores y en personas con una respuesta baja o nula de anticuerpos posvacuna.
Se trata de añadir una dosis adicional a la actual pauta de dos -excepto para Janssen que es de una sola dosis- con el objetivo de reforzar la respuesta inmune y podrÃa ser la misma vacuna u otra diferente. En todo caso, cualquier nueva pauta de administración tendrÃa que validarse con ensayos clÃnicos que demostrasen su eficacia y seguridad, según expertas consultadas por Efe.
Aunque muchos paÃses están en pleno proceso de vacunación y otros apenas han comenzado a inocular la primera dosis, el debate sobre la posibilidad de una tercera inyección lleva meses encima de la mesa.
Farmacéuticas como Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Sinovac han comenzado a realizar estudios para evaluar esta dosis de refuerzo y hay algunos datos preliminares que la avalarÃan, pero organismos, gobiernos y expertos coinciden en que aún es pronto para hablar del tercer pinchazo ante la falta de una certeza manifiesta.
Pero además hay otra vertiente: la Organización Mundial de la Salud advierte del aumento de las desigualdades y de que no ayudarÃa a equilibrar el reparto global de dosis.
«Aún no hay evidencias de la necesidad de una tercera dosis de refuerzo en la población general», señala la española Isabel Sola, del Centro Nacional de BiotecnologÃa (CNB-CSIC), para quien es necesario hacer un seguimiento epidemiológico de reinfecciones, «lo que indicarÃa que la inmunidad se ha reducido lo suficiente como para no proteger».
Alternativamente, agrega, si se conocieran los correlatos de protección (los niveles mÃnimos de anticuerpos e inmunidad celular que protegen) habrÃa que hacer un seguimiento de cómo evoluciona esta inmunidad después de las dos dosis para saber si todavÃa la vacuna es protectora o no.
Sola, inmersa en uno de los proyectos de vacuna covid española, indica que la dosis de refuerzo podrÃa ser necesaria en personas inmunocomprometidas que no responden bien a las vacunas y en mayores, aunque «todavÃa no hay certeza de que sea necesaria».
Más estudios para conocer la respuesta de las dos dosis
La viróloga española Inmaculada Casas coincide con Sola en que si fuera necesaria una dosis de refuerzo serÃa para aquellas personas que presenten «una respuesta baja o nula de anticuerpos posvacuna».
Casas, responsable del Laboratorio de Virus Respiratorios y Gripe del Centro Nacional de MicrobiologÃa, dependiente del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, subraya que para administrarla habrÃa que hacer estudios poblacionales con el fin de conocer la respuesta inmune tras la pauta completa de dos dosis -en la mayorÃa de vacunas- y la persistencia de los anticuerpos generados a lo largo del tiempo.
Esta experta recuerda que, por el momento, las variantes del SARS-CoV-2, incluida la delta (detectada en la India), son neutralizadas por los anticuerpos generados por las vacunas aprobadas en la Unión Europea (Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen).
En caso de que el virus mutara demasiado como para que los actuales preparados dejaran de proteger, apunta por su parte Sola, habrÃa que inmunizar con uno nuevo que incorpore los cambios ocurridos en la proteÃna S y que proteja frente al nuevo coronavirus.
La proteÃna S o de la espÃcula es la que virus utiliza para entrar en la célula humana y las vacunas actuales están basadas en diferentes estrategias que la tienen como blanco común.
Esta ya no serÃa una dosis de refuerzo, sino una vacuna nueva: «Es algo similar a lo que sucede con la vacuna de la gripe, cada año se administra una diferente que proteja frente a las nuevas cepas de cada estación».
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Los ensayos de las farmacéuticas
Stéphane Bancel, consejero delegado de Moderna, fue de los primeros en hablar, en mayo, de una dosis de recuerdo empezando, «desde el final del verano», con los grupos de riesgo. La compañÃa presentó resultados preliminares «prometedores» de su ensayo clÃnico.
A finales de junio, los responsables de la vacuna de Oxford y Astrazeneca dieron a conocer también datos preliminares: en los participantes con una tercera dosis los tÃtulos de anticuerpos fueron «significativamente más altos».
Una dosis de recuerdo al menos medio año después incrementarÃa seis veces los anticuerpos y ofrecerÃa una mayor inmunidad frente a las variantes alfa (detectada primero en el Reino Unido), beta (Sudáfrica) y delta, según los investigadores que no obstante señalaron la necesidad de más estudios.
Pfizer-BioNTech están llevando a cabo un ensayo para evaluar la seguridad, tolerabilidad y eficacia de una tercera dosis.
Fuentes de la compañÃa señalan a Efe que los datos iniciales demuestran que una dosis de refuerzo administrada 6 meses después de la segunda tiene un perfil de tolerabilidad consistente, a la vez que provoca altos tÃtulos de neutralización contra el tipo salvaje -Wuhan- y la variante beta, que son de 5 a 10 veces más altos que tras las dos dosis primarias.
Además, el pasado miércoles divulgó que una tercera dosis puede «impulsar con fuerza» también la protección contra la variante delta.
«Este ensayo de refuerzo en curso forma parte de nuestros esfuerzos continuos para adelantarnos al virus», aseguran desde Pfizer: «creemos que una tercera dosis podrÃa ser beneficiosa entre 6 y 12 meses después de la segunda para mantener los niveles más altos de protección».
Sin embargo, «esperamos publicar en las próximas semanas datos más definitivos y cualquier actualización de la vacuna o refuerzo estarÃa sujeta a la aprobación o autorización reglamentaria, por lo que es demasiado pronto para dar más detalles».