Radio América. A criterio del abogado y analista político, Raúl Pineda Alvarado, la corrupción en Honduras es un sistema orgánico donde corruptos persiguen a corruptos.
Respecto a la reciente creación del Centro contra la Corrupción y la Impunidad en el Norte de Centroamérica (CCINOC), expuso que todo esfuerzo para combatir la corrupción debe ser visto con simpatía.
Aunque recordó que la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) tenía el respaldo de un convenio internacional y que la CCINOC es un esfuerzo de sociedad civil que tiene la expresión de un acto de buena voluntad del Gobierno de Estados Unidos.
Por otro lado, refirió que mientras no se nombre un buen fiscal general del Estado, un Tribunal Superior de Cuentas (TSC) y no exista la vocación firme de un líder nacional como el Presidente de la República, la corrupción va a seguir gozando de muy buena salud. «No se puede poner a corruptos a perseguir corruptos”.
El experto dijo que sería ingenuo creer que el CCINOC va a tener resultados como en su momento los tuvo la MACCIH y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Además, el profesional del derecho calificó como una “tortuga patas arriba” a la Fiscalía.
“Con un sistema como este no se puede pensar que se va a combatir la corrupción con efectividad. La corrupción entró hasta la médula de las personas con poder en Honduras y sería ingenuo pensar que con acciones tibias vamos a curar un mal de esos”, concluyó.
Con información de Javier Rivera