El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue informado del tiroteo en Texas en el que murieron cinco personas de nacionalidad hondureña, incluido un niño de 8 años, indicó a EFE un alto funcionario estadounidense.
Ese alto funcionario no ofreció detalles sobre si la Administración de Joe Biden se ha puesto en contacto con el Gobierno de Honduras.
Tras conocerse lo sucedido, el canciller de Honduras, Eduardo Enrique Reina, exigió que se castigue con «todo el peso de la ley» al culpable.
El autor del tiroteo, de nacionalidad mexicana y que fue identificado como Francisco Oropeza, se fugó y las autoridades del condado de San Jacinto (Texas), donde se produjo el suceso, lo siguen buscando.
El sospechoso tiene 38 años, aunque en principio el sheriff del condado de San Jacinto, Greg Capers, dijo a The Washington Post que tenía 39 años.
Al sospechoso se la han imputado cinco cargos de asesinato y la Policía cree que aún podría tener en su posesión el fusil de asalto AR-15 con el que perpetró la matanza.
Según Capers, el autor del tiroteo estaba en el jardín de su casa disparando con un fusil AR-15 cuando uno de sus vecinos se le acercó y le pidió que dejara de disparar porque ya era muy tarde y un bebé estaba intentando dormir.
El sospechoso respondió irrumpiendo en la vivienda de sus vecinos para dispararles en el cuello y la cabeza, como si se tratara de una «ejecución», describió Capers en una rueda de prensa.
Dentro de la vivienda había diez personas. De los cinco fallecidos, tres eran mujeres, uno era un varón y el último era un niño de ocho años, detalló Capers.
Cuando llegaron a la vivienda, los agentes encontraron a los adultos ya sin vida, mientras que el menor fue trasladado en helicóptero a un hospital, donde murió.
La Policía vio cómo dos de las mujeres fallecidas estaban en el dormitorio de la vivienda y sus cuerpos estaban encima de dos de los niños que sobrevivieron, en un aparente intento de protegerles de las balas, detalló Capers en esa comparecencia ante la prensa.
Las autoridades locales están ofreciendo una recompensa de 5 millones de dólares a quien tenga información que conduzca a la detención del autor del tiroteo, indicó en Facebook la oficina del Sheriff del condado de San Jacinto.
En Estados Unidos viven más de un millón de hondureños, entre residentes e indocumentados, que todos los años envían remesas familiares que en 2022 superaron los 8.000 millones de dólares, según fuentes oficiales hondureñas. EFE