Estados Unidos y China mantuvieron hasta el último día una pugna cerrada por el primer lugar del medallero de los Juegos de París, logrado finalmente por los norteamericanos aunque con los mismos 40 oros que los asiáticos, una rivalidad que también mantuvieron en los despachos en torno a supuestos casos de dopaje encubiertos por ambos países en el pasado.
En la tabla de resultados se impuso Estados Unidos. Pero del duelo en las altas instancias China ha salido indemne, con sus tesis respaldadas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y por el COI. Y asistiendo en silencio a la aparición de otros positivos ocultos entre deportistas de Estados Unidos: 1-1, a cuatro años de que el conflicto se traslade a Los Ángeles, sede de los Juegos en 2028.
En el medallero, China se quedó a un oro del primer puesto, que solo logró en Pekín 2008, cuando adelantó en la tabla a Estados Unidos con 12 oros más (48-36).
Cuatro años después, en Londres, los estadounidenses ganaron 48 oros y los chinos 39, por 29 de los británicos. Pero en Río 2016 la barrida de los norteamericanos fue brutal, con 46 oros por 27 de Gran Bretaña y 26 de China.
La lucha entre las dos grandes potencias se apretó en Tokio 2020, cuando Estados Unidos aventajó a China por un solo oro, 39-38, ambos con margen obre Japón (27) .
En París se ha vuelto a repetir la historia. Los mismos oros entre los dos gigantes, pero mucha diferencia a favor del equipo norteamericano en los otros metales.
Una tensión a distancia marcada por el dopaje
Antes de que empezara la competición, los prolegómenos de los Juegos de París se vieron enturbiados por unos supuestos casos de dopaje por parte de 23 nadadores chinos en 2021.
La AMA dio por buena la versión de la Agencia Antidopaje China, que concluyó que los deportistas, en cuyos análisis se encontraron trazas de trimetazidina, había sido víctimas de una contaminación accidental y no tenían negligencia ni culpa.
La Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA) acusó a la AMA de ocultar los positivos, sus nadadores clamaron al cielo -también el legendario Michael Phelps- y el Departamento de Justicia abrió una investigación.
La AMA encargó una investigación independiente, que le dio la razón.
Las consecuencias del caso pueden llegar hasta 2034: el COI concedió en París la sede de los Juegos de Invierno de 2034 a la ciudad estadounidense de Salt Lake City, pero con una condición: que para entonces la USADA y las autoridades del país reconozcan «la autoridad suprema» de la AMA. Si no es así, se quedarán sin Juegos.
Otra vuelta de tuerca
En plenos Juegos de París, la tensión volvió a aumentar con unas revelaciones periodísticas que señalaron que la USADA ocultó «al menos tres casos» de dopaje entre sus deportistas, supuestamente a cambio de que proporcionaran información para descubrir a otros infractores, con el conocimiento de la AMA.
La Agencia Mundial dijo que en ningún momento autorizó a que esos deportistas siguieran compitiendo como si nada hubiera pasado. El Código de la AMA aliente al papel de los delatores, pero con una rebaja limitada de sus sanciones y pasando por ciertas condiciones que, dijo, no se cumplían.
El COI ha respaldado la posición de la AMA, que es su brazo en materia de dopaje junto a la Agencia Internacional de Controles (ITA).
Los Juegos de París terminan con esta guerra abierta. Basta con leer la última declaración del director de la USADA, Travis T. Tygart, agencia de un país que este domingo recibirá la bandera olímpica que ondeará dentro de cuatro años en Los Ángeles.
«Es triste ver los intentos desesperados y peligrosos de los dirigentes de la AMA de desprestigiar a otros, incluidos los informantes, en lugar de responder a preguntas básicas sobre por qué permitió que China encubriera 23 resultados positivos por TMZ y dos resultados positivos por metandienona. Ahora, mientras deportistas de todo el mundo hablan de estos fallos que impactaron en la natación olímpica de París, la AMA responde arremetiendo contra otros», afirmó.
«Los deportistas limpios merecen respuestas y merecen algo mejor por parte de la AMA», añadió. «Para que los valores olímpicos tengan sentido, es hora de que la AMA actúe correctamente».