Radio América. En el país se está experimentando un aumento significativo en el consumo de cigarrillos ilícitos, lo más alarmante es que más del 43% del consumo total proviene del mercado negro, incremento considerable y preocupante.
El comercio ilícito de cigarrillos representa una amenaza para la economía hondureña, debido a que las pérdidas fiscales superan los 600 millones de lempiras anuales.
Expertos consideran que se deben unir fuerzas para combatir el contrabando, ya que la competencia desleal perjudica a todos los hondureños.
Contrabando
A pesar de los esfuerzos que se han hecho, los mismos no han sido suficientes para contrarrestar el incremento del contrabando, por lo que se requiere una lucha más frontal contra el problema y mayores esfuerzos para reducir esta situación.
Para controlar el problema, es necesario fortalecer los operativos aduaneros y en los puntos venta y aplicar la ley con rigor, ya que la protección de la industria legal es fundamental, pues se estima que son más de 800 millones de cigarrillos de contrabando.
El tráfico de cigarrillos es un problema grave en el país que está generando pérdidas millonarias para el Estado y pone en riesgo miles de empleos. La industria tabacalera legal genera trabajos y al mismo tiempo, contribuye de manera significativa a los ingresos fiscales del país.
Modern
La mayor cantidad de marcas ilegales provienen de China, siendo los cigarros “Modern”, fabricados en la nación mencionada por el monopolio estatal, la más grande de contrabando en el país, según investigaciones.
Cabe resaltar que el Tratado de Libre Comercio con China ofrece nuevas oportunidades, pero también desafíos, los que se deben de aprovechar al máximo, pero también estar atentos a posibles prácticas desleales.
Impacto desigual
El consumo de cigarrillos ilegales tiene un impacto desigual a nivel regional, aunque el problema es generalizado en todo el país, los departamentos de Choluteca, Francisco Morazán y Cortés presentan los índices más altos de consumo de cigarrillos ilícitos, lo que indica que el problema está más arraigado en estas regiones, según estudios.
En la crisis actual, las consecuencias económicas y de salud pública son alarmantes, el aumento del consumo ilícito trae consigo serias implicaciones tanto para la economía como para la salud de la población. Además, las pérdidas en recaudación fiscal son grandes y el consumo de productos no regulados pone en grave riesgo la salud de los ciudadanos.
Amenaza
El contrabando representa una amenaza para el desarrollo económico de la región y las pérdidas por este delito superan los L. 2,100 millones anuales.
Expertos coinciden es que es urgente fortalecer la cooperación regional para combatir el contrabando. La lucha contra este delito requiere de un esfuerzo coordinado entre todos los países de Latinoamérica. Cabe resaltar que el contrabando socava la competencia leal y perjudica a las empresas formales. Es necesario crear un entorno de negocios más justo y equitativo, estiman los expertos.
Debido a lo anterior, la erosión en la recaudación afecta de manera directa a la industria legal, generadora de impuestos y empleos.