EFE- El incendio forestal que afecta a la ciudad japonesa de Ofunato, en el noreste del país, ha quemado 2.600 hectáreas desde que se declarara hace una semana, y unos 2.100 efectivos de todo el archipiélago participaban este miércoles en las labores de extinción.
El operativo está conformado por unos 90 bomberos de la propia prefectura de Iwate, donde se ubica la urbe, y 2.016 efectivos de 542 departamentos de bomberos del resto del país, según el balance publicado a primera hora de hoy por las autoridades locales.
Los equipos trabajan desde tierra y aire con 19 helicópteros, diez de ellos aparatos de las Fuerzas de Autodefensa, que seguían lanzando agua hoy mientras las llamas y la humareda blanca se propagaban por el área montañosa de la localidad por séptimo día.
Las autoridades han cortado dos carreteras con acceso a la ciudad por el avance del incendio y para acomodar las aeronaves militares, y dos líneas de tren han suspendido el servicio en los tramos que pasan por las zonas afectadas hasta nuevo aviso, habiéndose habilitado servicios especiales de autobús para los desplazamientos.
El mayor incendio forestal en el archipiélago desde hace más de tres décadas ha dejado al menos un muerto y 84 hogares y edificios dañados, unas cifras que se espera que aumenten cuando pueda hacerse una mejor valoración de los daños una vez extinto.
El incendio ha provocado, además, cortes del suministro de electricidad que afectaban este miércoles a 1.150 viviendas y del de agua en cerca de 800 hogares, según datos de la prefectura.
Se mantiene la orden de evacuación para unos 4.600 vecinos de la zona. Más de un millar permanecían hoy en centros de evacuación públicos, mientras que otros optaron por refugiarse en casas de familiares y amigos, según constató la cadena pública NHK.
Algunos de ellos se desplazaron a primera hora del día al puerto de Ofunato para comprobar la situación. El incendio les ha traído a la memoria recuerdos del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011, que arrasaron sus costas y dejaron más de 500 personas muertas o desaparecidas, además de cuantiosas casas y edificios destruidos.
Un hombre de 74 años que visita el puerto pesquero todos los días desde que se declaró el incendio señaló hoy a NHK que tiene muchos conocidos en el área amenazada ahora por las llamas: «Estoy preocupado por ellos y he venido a ver cómo están», declaró.
«Esta es una zona donde muchas personas se vieron afectadas por el terremoto (de 2011), me pregunto por qué ha tenido que suceder de nuevo. Espero que el incendio se apague lo antes posible», añadió. EFE