Los Ángeles (EE.UU.), 5 feb (EFE).- A solo cuatro días de celebrar su gran fiesta con los Óscar, el cine tuvo que afrontar este miércoles un muy triste adiós con la muerte a los 103 años de Kirk Douglas, una de las leyendas más respetadas y longevas de la gran pantalla y un icónico superviviente de la época dorada de Hollywood.
Joyas incontestables como «Paths of Glory» (1957) y «Spartacus» (1960) son solo algunos de los puntos brillantes de un actor que destacó no solo por su excepcional carrera artística sino también por su compromiso moral cuando, por ejemplo, se rebeló contra las listas anticomunistas en Hollywood.
«Con tremenda tristeza, mis hermanos y yo anunciamos que Kirk Douglas nos dejó hoy a la edad de 103 años», dijo este miércoles Michael Douglas, uno de sus hijos y también máxima figura de Hollywood.
«Para el mundo, fue una leyenda, un actor de la edad dorada del cine (…), un ser caritativo cuyo compromiso con la justicia y las causas en la que creyó sentaron un estándar al que aspirar todos. Pero para mí y mis hermanos era simplemente papá», agregó.
«Kirk tuvo una buena vida y deja un legado en el cine que permanecerá por generaciones (…). Déjenme terminar con las palabras que le dije en su último cumpleaños y que siempre permanecerán verdaderas: ‘Papá, te quiero muchísimo y estoy muy orgulloso de ser tu hijo'», cerró.
Inmortalizado por su impresionante porte como el rebelde Espartaco, la extensa y fabulosa filmografía de Douglas, que murió en su casa en Beverly Hills (EE.UU.)., incluye otras muy destacadas películas como «Ace in the Hole» (1951), «The Bad and the Beautiful» (1952), «20,000 Leagues Under the Sea» (1954), «Lust for Life» (1956), «Gunfight at the O.K. Corral» (1957) y «The Vikings» (1958).
De Stanley Kubrick a Vincent Minnelli pasando por Billy Wilder, Douglas trabajó para algunos de los directores más admirados del cine pero, curiosamente, nunca pudo ganar un Óscar.
El actor fue tres veces candidato y no logró llevarse la estatuilla en ninguna ocasión, aunque en 1996 la Academia de Hollywood le rindió un más que merecido homenaje al entregarle un Óscar honorífico.
Una de las últimas ocasiones en las que Douglas se prestó al tributo de un Hollywood que le adoraba sin condiciones fue en los Globos de Oro de 2018.
En silla de ruedas, muy sonriente y acompañado por su nuera Catherine Zeta-Jones, Douglas presentó un premio en esa ceremonia y recibió en pie el emocionado aplauso de unos compañeros que le amaban como solo se puede querer a un auténtico patriarca del cine.
El mismo clamor se pudo sentir este miércoles, aunque virtualmente, en Twitter, donde la muerte de Kirk Douglas se convirtió rápidamente en tendencia mundial con incontables usuarios recordando sus frases más famosas o publicando fotos, una tras otra, del aguerrido Espartaco.
Pese a su avanzadísima edad, Douglas tampoco quiso perderse en noviembre de 2018 la ceremonia en la que su hijo Michael Douglas desveló su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en Los Ángeles (EE.UU.).
«Significa mucho para mí, papá, que estés aquí hoy. Gracias por tus consejos y tu inspiración», dijo entonces Michael Douglas.
Una de las claves del legado de Kirk Douglas, y que hoy muchos resaltaron en sus perfiles y despedidas sobre el actor, fue la huella que dejó más allá de los sets de rodaje.
Testigo y estrella de la época en la que los todopoderosos estudios controlaban (con incontables abusos) la industria cinematográfica, Douglas, que falleció ya con el cine en dubitativa reconversión y con el auge del «streaming», fue un refugio moral de Hollywood ante la desvergüenza de las listas anticomunistas.
Productor y protagonista de «Spartacus», Douglas exigió que el nombre de Dalton Trumbo, guionista de aquella épica cinta pero que estaba incluido en las listas negras de Hollywood, figurara en los créditos del filme.
Douglas, que era el último superviviente del Hollywood clásico junto a otra combativa leyenda como Olivia de Havilland (103 años), recibió en 1981 la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil que se concede en Estados Unidos.
«Adiós a una leyenda de Hollywood», publicó en Twitter la Academia de Hollywood, que a buen seguro preparará algo especial sobre Douglas en los Óscar del domingo y que esta tarde recordó una frase de una estrella ya eterna.
«Quise ser actor desde que era un niño de segundo curso. Hice una obra, mi madre hizo un delantal negro, y yo interpreté a un zapatero. Después de la actuación, mi padre me dio mi primer Óscar: un helado de cucurucho», afirmó. EFE
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