Radio América. El padre Carlo Magno Núñez, este domingo pidió por la Iglesia y la feligresía católica en Nicaragua, expresando que «sacerdotes en cautiverio y sin libertad religiosa eso no debe existir.»
«La Iglesia universal pide un cese al hostigamiento de nuestros hermanos nicaragüenses, que reunirse para celebrar la eucaristía y orar no es un delito, pero en Nicaragua se considera como un acto subversivo. Pedimos a las autoridades y a los organismos internacionales que apoyen la causa de nuestros hermanos, y que pronto pueda haber libertad religiosa y que la iglesia del Señor sea respetada siempre», demandó el sacerdote.
Por su parte, Monseñor Ángel Garachana Pérez, obispo de la ciudad de San Pedro Sula, expresó, que «el gobierno de Nicaragua ha dirigido de una manera más agresiva, más violenta, prohibiendo todas las expresiones de libertad de religión de culto. Evidentemente es un modelo de un gobierno impositivo», denunció.
En ese contexto, el líder religioso señaló que el gobierno de Daniel Ortega es impositivo y dictatorial porque no respeta la libertad de los ciudadanos y religiosa, por tanto, están en comunión y orando con los obispos y los fieles.
A Garachana, además, le parece débil la reacción de los gobiernos para defender no solamente a la Iglesia, sino también la ciudadanía de Nicaragua para que pueda vivir en democracia, libertad y en participación de todo.
El entrevistado en el Noticiero Hoy Mismo, remarcó su petición, sobre todo, a los gobiernos de Centroamérica ser mas claros denunciando que el comportamiento del gobierno de Nicaragua no es coherente con el respeto de la libertad religiosa y el derecho de la Iglesia de expresar su fe.
«No es la Iglesia, los obispos y los fieles que están generando violencia como son acusados, sino exigiendo que se respete de vivir o celebrar su fe privada y pública», dijo.
Por su lado, el padre Tony Salinas, lamentó lo que acontece en Nicaragua y exigió que debe respetarse la libertad de culto y por ende pidió apoyo internacional para los católicos nicaragüenses.
«Consideramos que el derecho de libertad de expresión y culto tiene que ser reivindicados en un país que no puede estar en manos solamente de un grupo que quiere dominar y regir el destino de fe de su población. Pedimos a Dios y a la comunidad internacional que ayuden para favorecer los derechos humanos de los feligreses católicos de Nicaragua», concluyó el religioso.
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