Radio América. En un movimiento inesperado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una orden ejecutiva que suspende durante 90 días todos los programas de ayuda exterior mientras son sometidos a un proceso de revisión.
La medida, anunciada a través de un comunicado de la Casa Blanca, busca realizar una “reevaluación y reorientación de la ayuda exterior de Estados Unidos”.
El comunicado explica que esta decisión se basa en la preocupación de que la industria y la burocracia de la ayuda exterior no están alineadas con los intereses y valores estadounidenses.
“En muchos casos, son antitéticas a los valores estadounidenses, desestabilizando la paz mundial al promover ideas contrarias a las relaciones armoniosas y estables”, señala el documento.
Según la orden ejecutiva, es política de los Estados Unidos garantizar que la ayuda exterior se desembolse de manera plenamente alineada con la política exterior del presidente.
La medida incluye la suspensión inmediata de nuevas obligaciones y desembolsos de fondos destinados a programas de ayuda al desarrollo, afectando tanto a países extranjeros como a organizaciones no gubernamentales, organismos internacionales y contratistas.
La Casa Blanca también destacó que la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB, por sus siglas en inglés) será responsable de hacer cumplir esta pausa mediante su autoridad de prorrateo.
Este organismo supervisará que todos los programas de ayuda exterior se sometan a revisiones exhaustivas durante el período de 90 días.
Las revisiones serán realizadas bajo la dirección del Secretario de Estado, en consulta con el Director de la OMB.
Cada jefe de departamento y agencia encargado de programas de ayuda exterior evaluará la eficiencia programática y la coherencia con la política exterior de los Estados Unidos.
Con base en estas evaluaciones, se decidirá si los programas deben continuar, ser modificados o finalizar.
Además, se contempla la posibilidad de reanudar ciertos programas antes de que finalice el período de 90 días, siempre y cuando se completen las revisiones necesarias.
En estos casos, la decisión deberá contar con la aprobación del Secretario de Estado, en consulta con el Director de la OMB.
La administración Trump ha argumentado que la medida busca optimizar los recursos y asegurar que la ayuda exterior refleje los intereses de los contribuyentes estadounidenses.
Sin embargo, la decisión ha generado preocupaciones tanto a nivel nacional como internacional.
Organizaciones no gubernamentales también han advertido sobre el impacto negativo que esta medida podría tener en proyectos ya en marcha. Según varios expertos, la incertidumbre generada podría paralizar iniciativas cruciales y desestabilizar aún más a las regiones que reciben esta ayuda.
Honduras, para el caso, recibe apoyo de orden social, estructural y preventivo mediante fondos de programas que lleva a cabo la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
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