Radio América. La mandataria Xiomara Castro se presentó al máximo foro mundial de la ONU, en Nueva York, el pasado martes 20 de septiembre, como la primera mujer hondureña que tiene el honor de dirigir la nación centroamericana en un evento de esa magnitud.
La jefa de Estado, la octava presidente en subir al podio de la 77ª Asamblea General, destacó además que es el primer gobierno de Honduras electo democráticamente que se para en dicho pódium tras 12 años de dictadura.
Durante la disertación que se extendió por espacio de aproximadamente 19 minutos, Castro externó la urgencia de que las naciones que gobiernan funcionen en soberanía e independencia.
La esposa del expresidente Manuel Zelaya (periodo 2006-2009) pidió además a la comunidad internacional respeto para Honduras, dejando escoger “con quienes debemos relacionarnos”.
Asimismo, dijo en la Asamblea de las Naciones Unidas, que los países pobres ya no soportan más golpes de Estado como el sufrido el 28 de junio de 2009 contra su esposo “Mel”.
«Las naciones pobres del mundo ya no soportamos golpes de Estado (…), ni revoluciones de colores, usualmente organizadas para espolear nuestros vastos recursos naturales», subrayó la funcionaria.
Añadió que Honduras viene de sufrir defenestraciones cargadas de crueles asesinatos, dos fraudes electorales, una pandemia y dos devastadores huracanes en 2020.
En ese sentido defendió a los compatriotas migrantes señalando que es imposible entenderles sin reconocer ese contexto de cruel sufrimiento.
Reglón seguido, la gobernante exhortó a Estados Unidos a aprobar un nuevo TPS para los compatriotas en ese país, los cuales aportan más divisas que muchas de las exportaciones.
Los análisis de algunos sectores señalan que el gran estrado de la ONU lejos de llevar solución a las sociedades del mundo, se ha convertido en una tribuna para el lanzamiento de dardos por parte de los presidentes de “izquierda” y “derecha”.
De igual forma se dice que es aprovechado para sacarse la espina ante el “imperialismo” y poder corresponsabilizarlos de los efectos que dejan sus políticas neoliberales, la violencia, pobreza extrema y el narcotráfico, entre otros males.
En relación a ello, Xiomara acusó que trece años de dictadura tutelada por la comunidad internacional “nos llevó al país a multiplicar la deuda pública por seis veces, y alcanzar la tasa del 74% de pobreza, la más alta en la historia de Honduras”.
A los países que se creen civilizados y que no se cansan de hacer invasiones les exhortó a no seguir tratando de desestabilizar a Honduras y a no seguir dictando sus medidas.
Xiomara quien expuso los pilares de la refundación y planteó renegociar los tratados de libre comercio, prometió salud, educación de calidad, seguridad y soberanía alimentaria a las mujeres, jóvenes y niños del país.
Castro aprovechó además para abogar ante la Asamblea por la suspensión del bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba y Venezuela.
La mandataria quien durante la semana se reunió con miembros de la FAO y Naciones Unidas para el tema de la instalación de la CICIH en el país, cerró su intervención con una frase de la ambientalista hondureña Berta Cáceres, asesinada en 2016: “Reaccionemos mundo, aún estamos a tiempo”.
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