Radio América – La situación por la que está pasando Honduras en temas políticos y sociales es como para que «cualquier gobierno tire la toalla y se vaya», aunque todo es producto de la negligencia que ha existido en los últimos 15 años, dijo este martes el analista político Olban Valladares.
Según Valladares, desde el año 2005 Honduras ha enfrentado problemas con las empresas públicas, para el caso la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Hondutel) cuando él siendo diputado presentó una moción urgente para establecer una comisión y se le asignaran suficientes recursos a la estatal porque en diciembre de ese año se rompían barreras para la telefonía móvil de compañías internacionales.
Esa moción fue turnada a la comisión ordinaria del Congreso «donde ya se sabía que habían intereses creados, intereses defensores de las empresas internacionales que habían venido a monopolizar el sistema de telefonía, ahí murió», indicó.
«Estamos hablando de 15 años y ninguno de los gobiernos que estuvieron ese tiempo le puso atención al problema de Hondutel», como tampoco se han interesado por el problema de la ENEE, del SANAA y de la migración, señaló Valladares.
Agregó que el problema de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica «era una muerte anunciada», fue víctima de un saqueo terrible donde se construyeron obras privadas y otras situaciones que por ser «bochornoso no vale la pena mencionar».
Según Olban Valladares, el gobierno central exprimió a las empresas públicas «hasta que les salió sangre», porque «fueron el sostén de los gastos superfluos y excesivos que tuvieron los gobiernos y los ejecutivos en todo ese tiempo».
Y cuando las empresas necesitaron que su socio mayoritario, que es el Estado, le echaran la mano, no la tuvieron, cuando ha sido responsabilidad del Ejecutivo y demás funcionarios tomar acciones y no dejarlas caer, dijo Valladares.
Cuando una empresa privada anda mal los accionistas ponen plata y la salvan, o la dejan quebrar y se muere, ejemplificó.
Respecto al tema de migración, Valladares sostiene que «son actos de desesperación» que la gente salga del país con casi toda su familia y «es vergonzoso que la sociedad cierre los ojos y no diga nada», y se necesita crear condiciones internas y mejorar el panorama político y social.
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