Radio América. Ante la polémica por el bono anunciado por el Gobierno, y que, según la Confraternidad Evangélica de Honduras, el alivio económico será para los pastores mayores de edad en crisis por la pandemia, el reverendo Mario Fumero, manifestó, que la ayuda debe ser para todas las personas de la tercera edad con necesidades.
En su opinión, Fumero dijo, “lo más lógico, es que el Estado debe velar por las personas de la tercera edad que no tienen pensión, seguridad social y viven en pobreza, y no solamente para los pastores evangélicos, sino que la bonificación sea global y no puntual”.
No obstante, el reverendo mencionó que el problema es cuando se recibe una dádiva a un sector determinado y se discrimina a otro.
Por otro lado, el entrevistado indicó que la Confraternidad Evangélica, puede y tiene la facultad de unificar a las iglesias poderosas y a los pastores para que se desprendan un poco de lo mucho que tienen y ayuden a los de la zona rural que lo necesitan, porque «eso es lo bíblico».
El religioso citó, que en el capítulo 2 y 4 del libro de Los Hechos: La Iglesia distribuía lo que recibía entre los necesitados como ser: las viudas y los huérfanos. «Esto bien lo puede hacer la Iglesia y no el Estado”, añadió.
“¿Acaso no tenemos en Honduras, iglesias poderosas y con recursos suficientes para poder apoyar a los pastores necesitados en el campo?. No estoy negando que el Estado dé un bono solidario a todos los de la tercera edad, pero no específicamente a un gremio, porque en la zona rural hay más gente necesitada que un pastor, por ejemplo, campesinos y ancianos que no tienen una pensión y viven en plena miseria”, señaló.
Instó a la Confraternidad a defender el derecho de todos y no solo de un gremio; y si hay una necesidad, pues, ahí tiene que estar la Iglesia.
El entrevistado en Radio América, dijo estar de acuerdo que el Gobierno apoye las obras sociales de las iglesias, pero no a personas dentro de la misma, advirtiendo que esa situación puede llevar a caer a un retorno a lo que fue la iglesia en el pasado en concordato con el Estado.
Para finalizar, recalcó que las iglesias evangélicas con suficientes recursos deben ayudar a los que tienen menos, esto como principio de la palabra de Dios en el libro de 2 de Corintios que dice: “la abundancia de unos, suple la escasez de otros”.
Información: Lesman Morazán