Radio América. “Parece que nada ha cambiado en Honduras desde que nos fuimos”, afirmó el exfiscal y procurado de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), Julio Arbízu.
“Me esperaba que los mismos actores que en su momento se protegieron montando pactos de impunidad que los eximiera de toda responsabilidad penal, hayan seguido por el impulso de algunos personajes en el Ministerio Público, que las cosas terminaran como han terminado”, dijo al programa Doble Vía.
Arbízu señaló que, en este momento, cuando los procesos avanzan y “solo unos cuantos salen culpables” el país necesita de una verdadera veeduría social y una fiscalización.
“No me sorprende que hayan sido los mismos que plantearon pactos, quienes salgan hoy a decir que es la MACCIH es la responsable por una mala planeación del problema”, esto en relación a la decisión de la Corte de Apelaciones de dar sobreseimiento definitivo a la mayoría de los implicados en el caso de corrupción ‘Pandora’.
De acuerdo al exfiscal, el primer “pacto de impunidad” que debilitó la MACCIH fue que “el Estado y la Organización de los Estados Americanos (OEA) hicieron un pacto”, por lo que la misión no solo debió luchar contra la corrupción en Honduras, sino que también con “la corrupción de la OEA”.
El procurador agregó que los momentos importante s de la MACCIH fue cuando anunciaron los casos de ‘los 5 diputados’ y el caso ‘Pandora’, al mismo tiempo que trabajaron con las denuncias y posterior asesinato de la líder ambientalista, Berta Cáceres.
“Cuando se habían expuesto los casos de corrupción y se había señalado la necesidad de que la misión investigara las denuncias de Cáceres, el Gobierno mandó un equipo a la OEA para hablar con Luis Almagro para decir que estaban excediendo sus facultades, fue cuando el presidente de la Organización se dio cuenta que era bueno estar con Dios y con el diablo, iniciando el fin de la misión”, aseveró.