Radio América. Ante lo manifestado por las autoridades del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), de que el bono de dos mil lempiras mensuales solo es para los trabajadores del transporte y no para el dueño de la unidad, el dirigente del rubro de los taxis, Víctor Aguilar, dijo que la propuesta monetaria ofrecida por el Gobierno, “no es un bono, sino que los están cambiando por la bolsa de alimentos que no están dando”.
“No quedamos en nada, porque esos dos mil lempiras no compensan los 72 días que hemos estado sin trabajar y el bono es injusto y una burla a nuestro sector, porque eso se lo están dando a cualquier pueblo y a nosotros, los trabajadores del sector transporte no nos están dando eso”, cuestionó el entrevistado en Radio América.
“Queremos reunión en que nos den propuestas y soluciones y no ir a reírnos o conversar, por tanto, no aceptamos los dos mil lempiras que está dando el Gobierno”, expresaron los taxistas en un punto de protesta en la capital hondureña.
En ese sentido, los trabajadores del rubro aseguraron que seguirán con las manifestaciones al considerar que el bono de dos mil lempiras es “una burla” para el sector del transporte público en este caso al rubro taxis.
Centenares de taxistas bloquearon este miércoles con sus unidades las entradas y salidas de algunas de las principales ciudades de Honduras para exigirle al Gobierno que les permita reactivar su actividad, luego de un paro desde mediados de marzo por la pandemia de COVID-19.
«Estamos protestando por hambre, no tenemos dinero para mantener a la familia, los hijos nos piden comida», dijo a Efe Evaristo Padilla, de 28 años, conductor de un taxi con el que dijo que cubre la ruta entre el centro de Tegucigalpa y el barrio El Bosque, en el noreste de la ciudad.
Agregó que muchos taxistas han venido reclamando ayuda al Gobierno porque con el toque de queda declarado en marzo no ha podido trabajar y nadie los ayuda.
Padilla subrayó que a los taxistas el Gobierno no les ha dado «ni una bolsa solidaria», un programa social del Estado para familias pobres que consiste en alimentos para al menos una semana, que se comenzó a distribuir a finales de marzo.
Algunos de los taxistas, portando banderas de Honduras en azul y blanco, que se aglutinaron en la salida de la capital hondureña hacia el norte del país, pretendían cerrar los dos carriles de un bulevar, pero luego de hablar con un oficial de la Policía Nacional, decidieron ocupar solamente uno.
Decenas de miembros de la Policía Nacional y de la Policía Militar de Orden Público se apostaron en las salidas de la ciudad para evitar que el tráfico fuera obstruido.
Información: Douglas Varela y EFE