(Radio América)- RosaMaría Gálvez es una mujer hondureña con más de 34 años dedicada al arte pese a su condición de salud, realiza impresionantes obras de arte que realiza en un taller desde la intimidad de su hogar en Tegucigalpa.
Piezas de cerámica, como vasijas y vasos son confeccionados por las manos de esta artesana hondureña que además plasma sus diferentes técnicas sobre madera, tela y hasta papel creando las más obras de arte más realistas y espléndidas.
Doloroso diagnóstico
Desde que Galvéz cumplió los doce años comenzó a desarrollar síntomas como debilidad muscular, estreñimiento y fatiga por lo que fue diagnosticada a su corta edad con Distrofia Muscular Progresiva, diagnostico que cambió su vida para siempre.
“Yo padezco la Distrofia muscular progresiva, enfermedad que se desarrolló desde que yo tenía 12 años, y esto no ha sido ningún impedimento porque los impedimentos están en la mente, cuando usted quiere realizar algo que se propone nadie se lo puede impedir y todo bajo la voluntad de Dios todos podemos lograrlo”, relató.
Desde entonces, la extraordinaria artista hondureña le tomó un amor entrañable al arte en diferentes técnicas que con el tiempo ha perfeccionado creando cuadros y piezas de cerámica únicas.
La fuente de inspiración de esta mujer hondureña radica en el servicio a los demás, y es que según comentó doña Rosa María que la emociona ver la cara de sus clientes al entregarles la obra terminada.
“Creo que lo inspira a un artista, es sentir que uno sirve a los demás y que también aprecien lo que uno puede hacer”, expresó la artista.
Además de complacer a sus clientes con las hermosas obras de arte que realiza la artesana hondureña comentó que le gusta compartir con con cada uno de sus clientes.
“Unos me ayudan, otros vienen a aprender o a recrearse y en eso uno se entretiene, verdaderamente eso me hace feliz», dijo.
Dona Rosa María define el arte como la manifestación del sentimiento de diferentes emociones, conceptos sobre diferentes técnicas.
La Emoción que ella ve en sus clientes al entregar una pieza terminada es la mejor recompensa para esta mujer que dedica su vida a crear impresionantes obras de arte, a pesar de su condición física.
“La gente cuando viene no dice muchas palabras, no necesitan porque en su mirada reflejan la emoción, en una sonrisa entonces no necesita decir mucho para que reconozcan lo poco que uno pueda hacer», expresó.
Además, Galvez explicó que hacer el trabajo uno por su propia cuenta es una experiencia maravillosa porque cada pieza que confecciona y pinta llevan una parte de su corazón y esencia como artista.
«En cada pieza se está dejando parte de uno mismo, de ese sentimiento son la vida de uno, no importa la pieza sea sencilla o muy elaborada siempre es una experiencia muy linda», detalló.
También este ejemplo de superación y esfuerzo dejó un mensaje a todas las personas para que luchen por sus sueños.
«Los impedimentos están en la mente, cuando usted quiere realizar algo que se propone nadie se lo puede impedir y todo bajo la voluntad de Dios todos podemos lograrlo, si uno procura llegar a la excelencia, si se busca, la excelencia se alcanza», finalizó.
Rosa María Galvez, es ejemplo de fuerza, coraje y fortaleza de la mujer hondureña, destacando el empoderamiento de la mujer artesana.