Vuelve la mula al trigo, los mexicanos no entran en razón, con el presidente que tienen y él canciller que lo acompaña, meten la pata soberanamente, por más que traten de argumentar.
La aplicación de la Pelona, o Doctrina Estrada de 1932, inconmovible, en este mundo tan cambiante, y más adecuado a una política práctica o política real. Sale diciendo la ministra de gobernación mexicana, la señora Sánchez Cordero, que los hondureños estamos listos para invadir la frontera norte de su país con 20,000 personas, y pienso que esta quinta columna hondureña podría prepararse para rescatar Chiapas y Soconusco y volver esas tierras al dominio centroamericano.
Sólo faltaba cumplir con el viejo adagio de que la posesión ya es nueve décimas partes del derecho. Vamos a hacer los centroamericanos los que tendremos que redimir al pueblo mexicano. Propagan los mexicanos los famosos “fake news”.
No me canso de decir que la influencia norteamericano sigue permeando al gobierno de Andrés Manuel, que de remate está permitiendo que los norteamericanos cierren la frontera norte, donde conviven y hacen negocios una serie de sus conciudadanos, que precisamente viven de ese comercio. Somos los pobladores del Triángulo Norte, los malos, esa maldad que es ante todo, necesidad no invasión. Politizando la historia.
Protestan los norteamericanos, protestan los mexicanos, pero la culpabilidad de lo que pasa en estas nuestros países es de cada uno de los gobernantes que hoy detentan el poder. El crecimiento de la población nos está matando, cuando no hacemos los esfuerzos para proveer de medios a nuestra población, así ha sucedido con las poblaciones actuales y las ancestrales.
Los mayas se fueron de Copán porque los medios de sustento que tenían no alcanzaban para dar de comer a su población, ahora sucede lo mismo. Nosotros en Honduras hemos crecido demasiado y eso nos lleva a la conclusión que lo que producimos internamente no alcanza para asistir a la población actual.
Somos pésimos administradores, todo anda mal desde la energía eléctrica, hasta la producción de granos. Con estos antecedentes, es muy difícil seguir subsistiendo como país, y si a esto sumamos la corrupción que según la directora del FMI, alcanza al 2% del Producto Interno Bruto de la economía mundial. La tragedia es más lamentable. El holocausto del pueblo se traduce en una desesperación sofocante.
López obrador representa la nueva era del pueblo mexicano, el advenimiento de una nueva era como diría Krause. Ya lo manifesté, que los españoles tuvieron a un Bartolomé de Las Casas, en contraposición a Ginés de Sepúlveda y de Francisco de Vitoria, quienes desde la península criticaron la defensa de los indígenas, dejando de lado la ruina de Castilla, que no la de España, Que para aquel entonces no tenían alma pero si una fuerza de trabajo para explotar las minas y los campos.
El Maestro Alfonso Reyes, en su Cartilla Moral, “habla de la desecación del Valle de México, desde 1449 hasta el 1900. Las tres razas que han trabajado en ella, y casi tres civilizaciones, que poco hay de común entre el organismo virreinal y la prodigiosa ficción política que le dio a México treinta años de paz augusta. Tres regímenes monárquicos, divididos por paréntesis de anarquía, son aquí ejemplo de cómo crece y se corrige la obra del Estado, ante las mismas amenazas de la naturaleza y la misma tierra que cavar.”
Que quiere López Obrador, reivindicar los laureles de Agustín de Iturbide, quien en su oficio fechado el 19 de octubre de 1821, hacia la ver la necesidad de que Centro América se uniese a México.
Quien dispuso que fuerzas mexicanas de manera arbitraria, ingresaran a Guatemala, para apoyar la anexión, en forma imperiosa, y volver a una monarquía constitucional teniendo como provincias a esta región sufrida. Los que en 1810, apoyaron la anexión a México y a esa monarquía, que fueron llamados imperialistas, y ya en 1824 serviles. La provincia de Honduras estuvo agregada a México diez y nueve meses con once días.
Fue cuando se vieron contribuciones exorbitantes, aranceles bárbaros, pomposas juras al Emperador, papel moneda y gastos considerables. Estas fueron las ventajas y favores que el país tiene que agradecer a los hombres de aquel tiempo, que por intereses mezquinos condujeron al país a la anarquía, a la deshonra y al empobrecimiento.
Te la canto. Me canso ganso, dijo un zancudo, porque volar no pudo, una pata se torció y la otra se hizo un nudo, luego le dio la aftosa y hasta se quedo mudo, y ya mejor no le sigo porque luego yo sudo.
[email protected] lunes, a 8 de abril de 2019.