Radio América. Una nueva masacre se registró en Honduras. En esa ocasión el múltiple crimen se perpetuó en la comunidad de El Rabanal, Santa Rita, Copán, occidente del país.
Las víctimas respondían a los nombres de Floridalma Villeda y sus dos hijos, Gledin Nehemias Villeda (11) y el Kilmer Villeda (3).
Según informes, una hija de la mujer sobrevivió ya que se había ido a dormir a la casa de una vecina, pero cuando regresó en horas de la mañana a su hogar, se encontró con la dantesca escena.
El país centroamericano, que tiene 9,5 millones de habitantes, registra 48 matanzas (con más de tres víctimas cada una), incluida la de hoy, dentro de las 3.221 muertes violentas ocurridas este año, según cifras del Observatorio de la Violencia (ONV) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Según cifras oficiales, el país acumula 158 homicidios solo en la modalidad de matanzas.
Los cuerpos de seguridad del Estado y el Ministerio Público investigan el móvil de las matanzas ocurridas en el país y, según las pesquisas, muchas ocurren por la disputa de territorio para la distribución y venta de drogas entre pandillas o bandas criminales.
La violencia causada por el crimen organizado y el narcotráfico es uno de los principales problemas de Honduras, uno de los países utilizados para el paso de la droga que llega de Suramérica con destino a Estados Unidos.
Con informe de Douglas Varela