Radio América. El abogado Andrés Urtecho Jeamborde habló en exclusiva este miércoles con noticiero “El Minuto” de Radio América sobre el asesinato ocurrido en contra de su esposa la pasada noche del domingo en su lugar de residencia en la colonia Lomas del Mayab en Tegucigalpa.
El esposo de la extinta exdiputada Carolina Echeverría Haylock relató en sus declaraciones a la “América” como sucedieron los hechos descartando de entrada que el crimen se haya tratado de un asalto.
El profesional del derecho detalló que presenció el instante en el que uno de los cinco malhechores fríamente le asestó un balazo sobre la sien de la cabeza a su esposa pese a que en ese momento no representaba ninguna amenaza para él.
“El sujeto que la mató es un criminal y asesino nato, puesto que matar a una mujer que no le estaba amenazando de nada, no tiene ningún sentido”, lamentó Jeamborde.
Por tal razón no duda que el atentado contra su familia se trate de un hecho planificado por parte de personas mal intencionadas.
“No creo que la DPI -Dirección Policial de Investigaciones- tenga duda ni yo”, subrayó el exjefe de la Policía Nacional, quien asegura que “los hechos están claros”.
El exdirector policial (hace 21 años) explicó que a su casa ingresaron cinco personas vestidas con equipo de bioseguridad simulando motivos médicos.
Urtecho Jeamborde no se explica cómo se filtró la información de que en su casa de habitación había personas contagiadas de covid-19, por lo que, su esposa se confió y abrió en el instante que los antisociales llamaron a la puerta.
Los delincuentes la engañaron e ingresaron de inmediato a la vivienda, pues le parece extraño también que conocieran de una vez el área de las habitaciones.
El jurista manifestó que ni él ni su esposa la exdiputada habían recibido amenazas de muerte. “Como buen olanchano lo dejo en manos de Dios, pues mi vida no volverá a ser igual”, dijo.
Los restos mortales de Echeverría Haylock, abogada de profesión y quien aspiraba a una nueva diputación por el Partido Liberal, fueron trasladados ayer a la comunidad misquita de Kaukira, en el departamento de Gracias a Dios, fronterizo con Nicaragua, donde serán sepultados este miércoles.
Detalles y relato
“En mi casa estaban tres trabajadoras, una sobrina y mi persona con Covid, no así mi esposa, mi hija y la esposa de mi hijo”, comenzó diciendo.
El coronel retirado manifestó que habría dicho a Carolina Echeverría (su pareja) que se fuera de la casa un par de días en vista que podría contagiarse “pero no quiso abandonarme y tomó la decisión de quedarse”.
Por consiguiente ella atendió la casa en los últimos cuatro días “por eso ella abrió la puerta confiada”.
“Los delincuentes la engañaron e inmediatamente uno ingresó al área de las habitaciones, desconozco como sabía del área de habitaciones”, dijo.
El coronel en condición de retiro manifestó que él intentó reaccionar durante el suceso (pasadas las 7:00 de la noche) y fue herido de bala en su rodilla por los falsos empleados de la salud.
“A uno de los individuos se le acabó la munición y a mi la pistola se me enconchó y no disparó. En eso subió otro delincuente y se le vino a mi esposa de frente apuntándole en la cabeza”, detalló.
Vio cuando la mataron
“Mi esposa volteó la cara hacia mi y le disparó el delincuente en la sien izquierda, fue fulminante. Vi el asesinato”, lamentó.
El titular de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), Rommel Martínez, dijo ayer que la investigación sobre el asesinato “está avanzando”, pero no reveló detalles de las pesquisas.
En ese sentido Jeamborde encuentra extraño que los maleantes no le hayan quitado la vida una vez abierta la puerta.
“La mataron sino hasta después de 11 disparos que hizo uno de los delincuentes contra mi persona”.
“Yo estaba protegido en la parte de la puerta y solo me pegaron un balazo en la rodilla cuando estaba agachado, de ahí un rozón de bala en el brazo izquierdo”, pormenorizó.
Pese a ese escenario, el exjefe policial no tiene claro aún si los criminales iban directamente contra él o contra su esposa con la que convivió 42 años y con la que procreó cuatro hijos (tres mujeres y un varón).
“Pero se trabó la pistola, entonces la cerrajié una vez más y se volvió a trabar. En ese momento me di cuenta que no me iba a servir la pistola, pero como ellos me vieron con el arma en la mano no se dignaron a disparar más. Aunque ellos no se dieron cuenta que la pistola se me había enconchado”.
El abogado Andrés Urtecho Jeamborde aseguró a Radio América que tres cámaras grabaron los hechos, que lo único que no se logró grabar fue la muerte de su esposa “porque no tengo cámaras en el área privada”.
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