Rocky y Josué resistieron el embate mortal de ETA, esta es una de las tantas historias que nos ha dejado este fenómeno climatológico que golpeó Honduras, una de esas historias donde confirmamos que nuestras mascotas, son nuestra familia. Josué regreso por Rocky, y lo rescató, su vinculo va más allá de humano / mascota, como él lo menciona, son hermanos. Este es el relato que Claudia Mendoza publicó en sus redes sociales.
Estaban sentados sobre la mediana del bulevar que de San Pedro Sula conduce a La Lima, en el norte de Honduras. Al pasar junto a ellos, me di cuenta que Josué y Rocky estaban mojados y llenos de lodo. También muy asustados.
Josué casi se echa a llorar, mientras Rocky seguía con su mirada triste y clavada en el lodo, cuando pregunté cómo están. El jovencito de 20 años, acababa de sentarse luego de cargar por mucho rato a Rocky, su perro de 10 años de edad, que se había quedado atrapado en las aguas que inundaron su vivienda, en la colonia Buenos Aires.
Josué dice que todo pasó tan rápido y que ni él, su madre o su hermana se dieron cuenta en qué momento las aguas del río Chamelecón les llegaban al pecho. “Comenzamos a flotar y a buscar cómo salvar nuestras vidas. Logré subir a Rocky sobre unas cajas con la esperanza de que el agua no lo alcanzara. Las corrientes eran tan fuertes que no pude cargarlo conmigo”, dice.
Josué tiene a Rocky desde que era un cachorro de dos meses. “Es como mi hermano”, agrega. Por eso, pensarlo ahogado lo acongojaba a él y a su familia, pero la esperanza de que estuviera con vida era más fuerte.
Fue una vecina quién alertó al joven que vio a Rocky con vida. Era como si supiera que su amo iría a buscarlo porque logró sobrevivir cerca de 10 horas “quién sabe cómo”, dice Josué, pues la casa se inundó por completo.
Cuando el jovencito llegó, su pastor alemán estaba tiritando de frío, empapado de fango y muy asustado. Estaba echado sobre los colchones de una cama llena de lodo. «Cuando lo vi, sentí un alivio increíble. Se me hizo un nudo en la garganta, lo abracé y lloramos juntos”. En ese momento, el joven dice que vinieron a su mente y en ráfaga, los miles de momentos felices que ha vivido durante 10 años con su amado perro. “Es un excelente cazador de garrobos”, dice mientras abraza a su can.
Josué y su familia están separados en este momento. Sin una casa en donde estar juntos, decidieron dividirse e ir a pasar la crisis provocada por Eta, entre familiares y amigos.
Aunque Rocky tiene algunos golpes y una pata muy inflamada, ya está a salvo. Tiene comida, agua y el cariño de una familia que no lo abandonó. “Siempre fue un perro muy fuerte y un gran cazador”, insiste en decir. “Y esa fuerza que tiene la evidenció al mantenerse a salvo pese a la edad que tiene y a la tragedia que hemos vivido”, finaliza diciendo.
Enlace original: Así resistió Rocky, el embate de ETA