(Radio América)- Son las 8 de la mañana y Merlin con una sonrisa pregunta, -¿Qué va a llevar amor?- el momento llegó… hay que decidirse por una, de la gran variedad que ofrece el mejor lugar de Tegucigalpa para comer Baleadas, «Las Baleadas del Birichiche».
También conocidas como las baleadas de «Mamá Goya», estas han mantenido su esencia después de cinco generaciones, sacando a familias completas a flote, con esfuerzo y dedicación esta emprendedora mujer enseñó a su generación que si se quiere se puede.
El origen de las baleadas «Mamá Goya»
Es curioso, pero no podemos dejar de mencionarlo. Este negocio se fundó y tiene implícita una romántica historia de amor. Así nos lo relató su nieta Merlin Griffin.
Cuando se fundó el famoso campo, “Mamá Goya” y su amor eterno cuidaban la cancha del Birichiche (que en ese tiempo era de tierra), finalmente su esposo falleció y ella quedó a cargo de las canchas por lo que decidió emprender un pequeño negocio para sacar a sus hijos adelante.
Así, las “icónicas baleadas de Biri” comenzaron y alcanzaron la más grande clientela de la capital, convirtiéndose en el lugar favorito de nacionales y extranjeros para desayunar.
«Mi abuela se vino a los 17 años del sur porque se enamoró de mi abuelo, que era de Islas de la Bahía, a él le dieron para que cuidara la cancha, él se murió y ella quedó cuidándola y así crió a mis tíos y de allí nacimos nosotros cuando era de tierra y yo aquí conocí a mi esposo, jugando en Motagua de la Liga Mayor”, comentó la nieta de «Mamá Goya».
Una familia luchadora
Como una tradición las hijas, nietas y ahora bisnietos siguieron siendo fieles al negocio de «Mamá Goya» con el que proveyó lo necesario a su familia, así lo comenta su nieta.
«El mayor logro de mi abuela fue que nos sacó adelante. Cuando el campo era de tierra, empezó con las baleadas del Birichiche y siguió la tradición mis tías, mi madre, nosotras de nietas y ahora los bisnietos», expresó la joven.
De acuerdo al último estudio del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Tegucigalpa registra la mayor tasa de desempleo en todo el país, y unas 6,000 personas cada mes llegan a las oficinas de la Secretaría del Trabajo y Seguridad Social en busca de una oportunidad laboral.
Sin embargo, las microempresas como las «Baleadas de mamá Goya», proveen trabajo a personas como Abelina Gonzáles, empleada del lugar que con lo que gana mantiene a sus hijos.
«Yo trabajo aquí desde cipota, esto me ayuda a mantener a mis hijos», recordó Gonzáles.
Por otra parte, los bisnietos de mamá «Goya», son la quinta generación que por el esfuerzo de sus madres comenzaron conocer el arte de hacer baleadas, haciéndolos con mucho orgullo, así lo comentó uno de los bisnietos de la fundadora de este lugar, Alejandro Griffin.

“Orgullo, madre y padre la que tengo”, dijo al expresarse de su madre.
También, Merlin Griffin aprovechó para dejar un mensaje a todas las personas que tienen temor a emprender.
«Sigan adelante, luchen aun que sea poquito pero aquí en Honduras se puede hacer algo. A esas personas que van de migrantes me da mucho dolor en mi corazón ver niños. Aquí de poquito si usted amasa 5 libras de harina y se pone en una esquina, lo va a lograr», expresó.
«Ese es el privilegio que tenemos en Honduras que podemos sacar una mesa, una manta y una estufa y podemos ponernos a vender y así se saca unos 100 lempiras aun que sea», aconsejó la joven emprendedora.
Baleadas para todos los gustos
Con más de 20 años en el negocio de las baleadas, Merlin nos comentó algunas de las cosas más raras que le han pedido que agregue a sus baleadas.
«Lo más raro que me han pedido que le eche a una baleada, fue un cliente que me pidió que le pusiera sardina y huevo», dijo Merlin entre risas.
Además, la joven comentó que una vez una clienta le pidió «una baleada al revés».
«Una vez vino una clienta y me dijo: -Le pido un favor, me le pone primero la mantequilla y después los frijoles-, es decir una baleada al revés», relató de forma jocosa.
La baleada es uno de los platos más representativos de la gastronomía hondureña originada en La Ceiba, norte de Honduras. Consiste en una Tortilla de harina de trigo doblada, rellena de frijoles y demás acompañantes como: queso rallado y crema, y que por lo general, se come en el desayuno.
Apoyando microempresas de gente emprendedora como la familia Griffin, aportamos un grano de arena a este país 5 estrellas.
¿Y usted ya probó las baleadas del Birichiche?
Lea más: 10 Personajes hondureños que ponen el nombre de nuestro país en alto