Radio América. El reciente anuncio de un “bono solidario” por parte del Gobierno de Honduras para los pastores evangélicos y sacerdotes mayores de edad, ha generado cierta polémica en algunos sectores de la sociedad.
La iniciativa del Ejecutivo surge a raíz de la situación de vulnerabilidad que están enfrentando varios líderes religiosos ante el impacto económico de la pandemia del Covid-19 en el país.
A criterio del presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Pedro Barquero, no combina con la realidad del país la falta de salarios al sector público y el ofrecimientos de bonos a transportistas, expolíticos y líderes religiosos.
“Definitivamente no combina, no hay bolsa que aguante y ha quedado demostrado en el mundo que cuando se comienzan con esos populismos los países terminan quebrando y con serios problemas en sus presupuestos”, expresó.
En ese sentido señaló que las recaudaciones fiscales se ven trastocadas y la economía no termina dando para aspectos más torales de la vida nacional.
“Si continúa este Gobierno por esa vía del populismo de andar regalando lo que no tiene, lo único que van a conseguir es terminar de quebrar y endeudar el país”, subrayó.
Indicó que se podría correr el riesgo de pasar los próximos 25 años pagando el populismo de estos pocos meses. “Eso no es correcto ni justo porque estarían empeñando nuestro futuro”.
En tono directo, Barquero mencionó que un reducido grupo de pastores se han contaminado al acercarse a la política corrupta. “Esos son los que están haciendo que se desprestigie toda la iglesia evangélica, aunque no todos los miembros estén de acuerdo con esa situación”.
Cuestionó diciendo que los autodenominados Confraternidad acaparan mucha cámara y tema, tomando relevancia ante el Gobierno, quienes les estarían utilizando con fines políticos.
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