Radio América. El cardenal, Óscar Andrés Rodríguez, invitó este domingo en su homilía a la población hondureña a cambiar de mentalidad en el logro de una visión nueva, aunque esto suponga ir contra la corriente de este mundo.
El líder de la iglesia católica precisó que para esto es necesario dedicar un tiempo especial en la escucha de la palabra de Dios.
El prelado indicó la necesidad de dejarnos transformar en profundidad, pues existen corrientes que arrastran y hacen al mundo prisioneros de la mediocridad.
Peor aún, mencionó, existen corrientes con “ideologías antropofagas” que su pretensión es ser la única verdad.
“El evangelio no es ideología, al contrario las cuestiona. Todos necesitamos conversión para poner los pilares de una sociedad nueva”, apuntó.
“Cuanto seres humanos se ignoran asimismo, no se conocen, viven en la vida arrastrados por la moda y el qué dirán. Con frecuencia tanta gente está insegura en el sentido de su vida por eso necesitamos a cristo en el corazón”, agregó.
El cardenal Rodríguez recordó la historia de aquellos dos pescadores que dejaron las redes y lo siguieron (Simón Pedro y Andrés), abandonando su modo de vida para dedicarse a lo que Jesús les estaba proponiendo.
En ese sentido invitó a la población hondureña a dejar sus redes y seguir el camino de Dios.
“Hay redes que hoy están de moda y de las que muchos viven atados, Facebook, Twitter e Instagram; a veces esas redes nos tienen prisionero y no podemos vivir sin tuitear”, expresó.
“Seguirme, dice Jesus, no significa que no usen esas redes, pero siganme y vivan su vida en libertad y no en esclavitud. Hay redes que no permiten ir a lo esencial”.
El máximo referente de la iglesia en Honduras manifestó que hoy día conviene preguntarse qué lugar tiene la palabra de Dios en nuestras vidas cristianas “¿tengo espacio siempre o medio me conformo con las lecturas del domingo?”.
“Muchas veces le damos tiempo a lo que no es importante”, enfatizó el purpurado en el marco de la novena de la Patrona de Honduras, la Virgen de Suyapa.
Recordó que los hondureños en esta ocasión tendrán la oportunidad de tener la celebración de la Virgen en cada uno de sus hogares, en virtud de las prohibiciones sanitarias que impiden la tradicional conmemoración en la Basílica en Tegucigalpa.
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