Radio América. El cardenal hondureño, Oscar Andrés Rodríguez, invitó en la homilía dominical en el marco de la reapertura económica en el país a no ser “testarudos” y a continuar respetando los protocolos de seguridad que se indican por las autoridades para evitar una propagación desmedida del coronavirus.
“Que triste que después de la resurrección de Jesús existan tantos que se llaman cristianos que son testarudos, de cabeza dura”, inició diciendo el líder católico en su oficio religioso en Tegucigalpa.
El prelado señaló con pesar que pese a lo experimentado hasta hoy día con la pandemia muchos todavía no hayan logrado entender que “no se trata de una broma” o una irrealidad.
“Si el número va subiendo de los que fallecen, tristemente es un mensaje y no debemos ser de cabeza dura ni testarudos”, expresó..
Por tanto exhortó a seguir las indicaciones de los médicos para evitar hacer crecer la cifra de fallecidos en Honduras, en donde el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) la noche del sábado elevó el recuento de decesos a 250.
“Esos lugares oscuros de la cabeza dura requieren ser iluminados por la luz del Espíritu Santos”, subrayó diciendo el máximo representante de la iglesia en el país.
Previo abordar el tema, el cardenal Rodríguez hizo referencia al texto del libro de Éxodos en donde Dios se dirigió a Moisés diciendo que el pueblo era de dura cerviz.
“Ahora que todo el mundo anda preocupado por hacerse la prueba del coronavirus, vale la pena que en el silencio de la oración hagamos la prueba del corazón, por que si hay odio ahí no está Dios”, apuntó.
El arzobispo hondureño adentrado el tema manifestó que una respuesta a la población sin Dios es simplemente la “deshumanización” en lo que hace.
En Honduras se han registrado hasta ahora 250 muertes por COVID-19 y los contagios totales confirmados ascienden a los 6,155.
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