Radio América. El Consejo Nacional Anticorrupción (CNAJ, mediante un comunicado, externa su preocupación ante una nueva reprobación en el índice de Percepción de la Corrupción (IPC).
Comunicado integro:
Lamentamos como instancia de sociedad civil, el retroceso de 11escalones en la medición del IPC que emite Transparencia Internacional, misma que refleja que estamos entre las 24 naciones más corruptas del mundo al ubicamos en el puesto 157 de 180 países, con una puntuación de 24 sobre 100.
Esta humillante posición también nos señala que, a nivel continental, somos el cuarto país con mayor percepción de la corrupción y el segundo en el Istmo centroamericano, por lo que es posible confirmar las reiteradas denuncias del CNA ante la comunidad nacional e internacional, referentes a la destrucción del Estado de derecho, a una masacre de la democracia y al secuestro de las instituciones públicas por parte de los corruptos.
En retrospectiva, podemos ver como el último cuatrienio ha estado plagado de actos de corrupción, donde se han aliado algunos funcionarios del estamento público, una parte de empresarios del sector privado y narcotraficantes; en consecuencia, un ascenso vertiginoso de los indicadores de corrupción e impunidad desde entonces.
Es importante destacar que el CNA, a través del Observatorio Política Criminal Anticorrupción (OPCA), con su investigación: “Estimación del impacto macroeconómico de la corrupción en Honduras” dio a conocer en el 2020 que solo en el 2018 los corruptos saquearon cerca de 65,000 millones de lempiras del erario, cifra que representa el 12.5 % del P10ducto Interno Bruto (PIB).
Con certeza, podemos valorar que esta agresiva escalada por parte de los corruptos también refiere a la expulsión de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), la desarticulación de la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad de la Corrupción (Ufecic) y el deplorable silencio cómplice de los operadores de justicia, que con las pruebas de frente siguen demostrando que sus Intereses no son las del pueblo, sino la de particulares.
Finalmente, hacemos un enérgico llamado a la ciudadanía hondureña, ya que ante el escenario electoral que enfrentamos, debemos ser conscientes de no darle el voto a un corrupto, ni permitir que los mismos se sigan apropiando de instituciones púbicas. Por su parte, a la comunidad internacional, para que se integre a esta cruzada anticorrupción, pues solo el camino de la unidad entre los sectores podrá generar los espacios adecuados para restituir la democracia, la justicia y el Estado de derecho.